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viernes, abril 19, 2024

Made in Morocco: La Difusión Cultural Más Allá de las Fronteras

 

Rue20 Español/ Alhucemas

 

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Fekri SOUSSAN

 

La célebre cita de Mahatma Gandhi, «la cultura de una nación reside en los corazones y en el alma de su gente», nos recuerda la importancia de la cultura como un pilar fundamental en la identidad de un país.

 

En el caso de Marruecos, la acción cultural desempeña un papel vital para promover la imagen de la nación en el extranjero y fortalecer los lazos con la comunidad marroquí residente en el exterior (CMRE).

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La diversidad cultural de Marruecos es uno de sus tesoros más preciados, abarcando ricas influencias judías, amazigh, hassaní, andaluzas y mediterráneas. Esta diversidad se convierte en un activo esencial para enriquecer las relaciones con el mundo y consolidar la apertura al mismo.

 

En un contexto globalizado y en constante cambio, donde la economía, el trabajo, la política, los estilos de vida, los medios de comunicación y las relaciones internacionales se ven afectados por la globalización, es imprescindible abordar seriamente la vertiente cultural de la cuestión migratoria.

 

En los últimos quince o veinte años, la CMRE ha experimentado una significativa evolución, alcanzando una población cercana a los cinco millones, siendo el 70% de ella mayor de 45 años. La nueva generación presenta perfiles más variados y mejor cualificados en comparación con las generaciones anteriores, en su mayoría compuestas por obreros. Sin embargo, estas nuevas generaciones también enfrentan desafíos relacionados con la identidad y el conocimiento de su cultura de origen, así como dificultades de integración en las sociedades de residencia.

 

Este debilitamiento de los vínculos culturales con el país de origen se refleja en indicadores como la naturalización, el aumento de asentamientos permanentes en los países de acogida, matrimonios mixtos y la pérdida gradual de la lengua materna, entre otros.

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La ruptura de estos vínculos representa una amenaza que debe tomarse en serio por parte de Marruecos. Es crucial que el Gobierno intervenga de manera inteligente y rápida, tomando medidas concretas e inmediatas para preservar y fortalecer la identidad cultural de la nueva generación de MRE.

 

Para lograr esto, se requiere una política cultural sólida que se ajuste a las expectativas y aspiraciones de la CMRE y se adapte a los cambios demográficos, socioeconómicos y culturales.

 

La acción cultural se erige como una opción estratégica para abordar el vacío cultural que puede ser llenado por otras corrientes. Esta vacante aumenta el riesgo de deslizamientos y explotaciones ante coyunturas marcadas por la ruptura de marcos de referencia, extremismo, islamofobia y xenofobia.

 

Por ende, es urgente llenar esta brecha para permitir a la comunidad integrarse plenamente y transmitir los valores fundamentales de la cultura marroquí, como el compartir y la solidaridad inquebrantable.

 

Los encargados de asuntos de los MRE deben priorizar el eje cultural, haciendo énfasis en la identidad marroquí en sus dimensiones lingüísticas, culturales y espirituales. Se debe implementar una política cultural que considere la cultura como un elemento estabilizador para esta generación.

 

Dicha política debe perseguir objetivos clave, como la preservación de la identidad nacional, la promoción de la cultura y lenguas marroquíes, la proximidad cultural con Marruecos, el refuerzo del marco religioso basado en el rito malikita y la promoción de la cultura marroquí en los países de acogida mediante una interculturalidad enriquecedora.

 

Además, el fortalecimiento del dispositivo de encuadramiento religioso y de práctica cultual es esencial para preservar la unidad del credo religioso y la práctica del culto, basada en el islam sunita malikita, que es una parte integral de la identidad nacional marroquí.

 

El encuadramiento de los MRE en este aspecto adquiere un carácter estratégico para la política nacional de emigración, garantizando la práctica ideal de los preceptos islámicos, la difusión de la paz espiritual y la salvaguardia de la identidad religiosa de los marroquíes en el mundo.

 

La promoción de la enseñanza de las lenguas árabe y amazigh, así como de la cultura marroquí, sigue siendo fundamental para mantener los vínculos seculares con el país de origen y preservar la identidad cultural plural de los MRE.

 

Para lograrlo, es crucial modernizar la enseñanza de estas lenguas y culturas, con objetivos coherentes que favorezcan la integración y, al mismo tiempo, fortalezcan el apego al país de origen.

 

Es fundamental proporcionar a los profesores un conocimiento preciso del país de acogida y desarrollar una visión alineada con el enfoque pedagógico adecuado para sensibilizar a los jóvenes alumnos sobre su cultura de origen.

 

«Made in Morocco» se alza como una etiqueta cultural que trasciende fronteras y que, sin duda, puede ser un valioso activo para Marruecos en su relación con la comunidad de MRE.

 

La preservación y promoción de la rica diversidad cultural de Marruecos, así como el fortalecimiento de los lazos culturales con las nuevas generaciones, contribuirá al enriquecimiento mutuo y a una mejor comprensión entre los diferentes pueblos y culturas del mundo.

 

La cooperación de todos los actores involucrados, tanto dentro como fuera de Marruecos, será esencial para alcanzar estos objetivos culturales y promover la identidad y los valores marroquíes más allá de las fronteras.

 

Solo mediante un enfoque integral y estratégico podremos asegurar un futuro culturalmente vibrante y conectado con el mundo.

 

*Hispanista marroquí.

 

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