Rue20 Español/ París
El nuevo informe del Programa Mundial de Alimentos (PMA) de la ONU, en su evaluación del «programa estratégico para Argelia 2019/2022», vuelve a dar la voz de alarma sobre la captura por parte del «Polisario» de la ayuda internacional destinada a las poblaciones de los campamentos de Tinduf, subraya el experto francés en estrategias geopolíticas, Jérôme Besnard.
En un artículo publicado en el medio de investigación y documental «Omerta», el experto francés señala que el «Polisario» se beneficia «directamente» del desvío de productos alimenticios, financiados en particular por la Unión Europea, que son oportunamente revendidos a otras poblaciones de la región.
Esta constatación del PMA «no es una sorpresa», señala, precisando que en enero de 2015, la Oficina de Lucha contra el Fraude de la Unión Europea (OLAF) señaló un desvío metódico, que se remonta a cuatro décadas, de la ayuda internacional enviada a las poblaciones saharauis retenidas en campamentos situados en territorio argelino, y ello desde la llegada de la ayuda alimentaria al puerto de Orán, «confirmando así las sospechas de complicidad existentes en el seno de las autoridades argelinas».
«Vale la pena recordar la resolución del Parlamento Europeo de abril de 2015 sobre la instrumentalización de la cuestión humanitaria en los campamentos de Tinduf por parte de Argelia, en particular en lo que respecta a la malversación de la ayuda financiada por los contribuyentes europeos y la ausencia de un censo de las poblaciones afectadas», dijo.
Y recordar, en el mismo sentido, el informe 2021 del Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, mencionando el desvío de parte de la ayuda a la población saharaui. La última, la resolución 2654 del Consejo de Seguridad de la ONU, adoptada el 27 de octubre, vuelve a pedir un censo de la población de los campamentos de Tinduf, dijo.
Según él, la situación es bastante clara para las organizaciones internacionales, por una parte Argelia cierra los ojos ante el desvío de al menos una parte de la ayuda alimentaria internacional hacia las poblaciones retenidas por el «polisario» en los campamentos de Tinduf, y por otra parte, no procede al censo, bastante posible, de estas poblaciones.
Según el experto, la razón es simple: la existencia del «polisario» es una carta esencial en el juego político regional de Argelia y le permite proseguir su política de molestia hacia su vecino marroquí, cuya legitimidad histórica y política para administrar sus provincias saharauis ya no se cuestiona.
También señaló que el PMA documenta de forma irrefutable el desvío de ayuda alimentaria destinada a una población desnutrida, especialmente entre las mujeres y los niños.
«Las Naciones Unidas también están preocupadas por la falta de un censo de las poblaciones afectadas, lo que abre la puerta a su sobreestimación y a la consiguiente apropiación indebida», escribe Besnard.
Señala que las agencias de la ONU especializadas en la ayuda a los refugiados no pueden actuar libremente en los campos argelinos de Tinduf, gestionados, también en contra del derecho internacional, por las milicias del «Polisario», un grupo separatista armado, hasta el punto de formar un enclave sin ley gracias a la complicidad de las autoridades argelinas.
