Rue20 Español/ Rabat
El Consejo de Seguridad de la ONU celebró, en Nueva York, consultas a puerta cerrada sobre la cuestión del Sáhara marroquí. Estas consultas regulares están previstas por la resolución 2654 del Consejo, adoptada el pasado 27 de octubre.
Según fuentes bien informadas en la sede de la ONU, los miembros del Consejo de Seguridad fueron informados el miércoles por el Enviado Personal del Secretario General de la ONU para el Sáhara, Staffan de Mistura, así como por el Representante Especial del Secretario General y jefe de la MINURSO, Alexander Ivanko.
Según las mismas fuentes, la iniciativa marroquí de autonomía fue ampliamente apreciada y apoyada por un gran número de miembros del Consejo, que la consideraron como una solución seria, creíble y pragmática para poner fin definitivamente al diferendo regional sobre el Sáhara marroquí. En este sentido, cabe recordar que la resolución 2654 y todas las que la han precedido desde 2007 han establecido la preeminencia de la iniciativa marroquí de autonomía.
Asimismo, y según estas fuentes, los miembros del Consejo de Seguridad han reafirmado unánimemente su apoyo al proceso político exclusivo de la ONU que tiene como objetivo lograr una solución política, realista, pragmática, duradera y de compromiso a la cuestión del Sáhara marroquí.
Todos los miembros han reiterado su apoyo a los esfuerzos de de Mistura para relanzar el proceso político de la ONU, consagrado en todas las resoluciones del Consejo de Seguridad desde 2007. En este contexto, se destacó la reanudación de las mesas redondas, con la participación de Marruecos, Argelia y Mauritania. El proceso de mesas redondas se reafirmó en la resolución 2654, y en las que la precedieron desde 2018, como único marco para el proceso político, recuerda la misma fuente.
Los miembros del Consejo apreciaron también la organización por parte del Enviado Personal, a finales del pasado mes de marzo, en la sede de la ONU en Nueva York, de consultas bilaterales informales, en particular con Marruecos, Argelia y Mauritania, confirmando así la condición de Argelia como parte principal en este diferendo regional que ha creado y mantenido durante medio siglo, desafiando los intereses y el destino común de los pueblos de los cinco Estados miembros de la Unión del Magreb Árabe.
También cabe recordar que el papel de Argelia está consagrado en todas las resoluciones del Consejo de Seguridad desde 2018, incluida la 2654, que le pide que siga comprometida con el proceso de mesas redondas con un espíritu de realismo y compromiso con miras a llevarlo a buen término.
Lamentablemente, Argelia sigue violando las resoluciones del Consejo de Seguridad y, por lo tanto, el derecho internacional al negarse a participar en las mesas redondas, a pesar de que dos de sus ex ministros de Asuntos Exteriores, a saber, Lamsahel y Lamamra, participaron en septiembre de 2018 y marzo de 2019, respectivamente.
Estas fuentes bien coordinadas en el seno de la ONU indicaron que otros miembros del Consejo se congratularon de la estabilidad y prosperidad reinantes en el Sáhara marroquí, destacando el desarrollo integral de las provincias del sur del Reino gracias al nuevo modelo de desarrollo de las mismas, lo que constituye un desmentido urticante a las falsas alegaciones de Argelia y su marioneta el «polisario» sobre la situación en el Sáhara marroquí y la existencia de un supuesto conflicto.
Asimismo, durante estas consultas se destacó la apertura de consulados generales en las ciudades de Laayún y Dajla, así como el creciente reconocimiento de la marroquidad del Sáhara por parte de la comunidad internacional.
Por otra parte, durante estas consultas se resaltó el compromiso de Marruecos con el alto el fuego y su fructífera cooperación con la MINURSO para facilitar la aplicación de su mandato de supervisión del alto el fuego.
La renuncia al alto el fuego por parte del «polisario», a instancias de Argelia, fue motivo de gran preocupación para los miembros del Consejo, que instaron al grupo separatista a volver al alto el fuego.
Las obstrucciones del «polisario» a las actividades de supervisión del alto el fuego de la MINURSO, especialmente sus violaciones de los acuerdos militares y de la libertad de movimiento y el bloqueo de convoyes de suministros, fueron denunciadas por los miembros del Consejo, que exigieron el fin de sus condenables violaciones.
La renuncia del «polisario» al alto el fuego y sus inaceptables violaciones de la MINURSO fueron expuestas por el Secretario General de la ONU en su informe al Consejo el pasado mes de octubre.