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En un mundo globalizado y cambiante, Marruecos no tiene más remedio que diversificar las cartas del juego político y diplomático.
En un mundo en que los vecinos cercanos reciben a tus enemigos, uno tiene que ser más realista y pragmático. Y la normalización de las relaciones entre los dos Gobiernos de Marruecos e Israel forma parte de esta nueva dinámica mundial, sobre todo, desde la decisión histórica americana de reconocer la soberanía total de Marruecos sobre su Sahara.
Sin olvidar que las relaciones entre los dos pueblos, marroquí y judío, está muy arraigada en la historia. Por eso, hay miles de judíos de origen marroquí en Israel.
Gracias a esta historia y nueva dinámica, Marruecos es el invitado especial este año de “American Israel Public Affairs Committee”, grupo de presión americano fundado en 1963 y que tiene buenos contactos y gran peso en el Congreso y la Casa Blanca. Es la primera participación para Marruecos en la reunión del grupo American Israel Public Affairs Committee (AIPAC).
Al margen de esta reunión anual, el ministro de Asuntos Exteriores, Cooperación Africana y Marroquíes Residentes en el Extranjero, Nasser Bourita, afirmó este jueves que la reanudación de las relaciones entre Marruecos e Israel es un factor para reforzar la dinámica de paz en Oriente Medio.
«El restablecimiento de las relaciones diplomáticas responde a un doble llamamiento: un llamamiento de la comunidad judía marroquí, deseosa de profundizar sus relaciones con Marruecos, pero también un llamamiento a la paz y al desarrollo de la dinámica original, propicia para una paz duradera en Oriente Medio», explicó Bourita en una entrevista concedida a la cadena de televisión American Israel Public Affairs Committee (AIPAC).
Añadió que, para Marruecos, «pionero en la acción por la paz en Oriente Medio desde el difunto el Rey Hassan II», se trata de una «etapa normal, un paso de convicción, pero también una inversión en la paz y un medio de profundizar la fuerte relación entre Marruecos y la comunidad judía».
«Su Majestad el Rey Mohammed VI declaró que la decisión tomada por Marruecos en diciembre no era una decisión oportunista. Es una decisión de convicción y una decisión natural debido a sus vínculos con su comunidad judía y la implicación histórica de Marruecos en la paz», recordó el ministro.
Añadió que «la dinámica regional es muy importante. La estabilidad regional es muy importante para promover la paz entre Israel y Palestina. Marruecos ha desempeñado un papel pionero en el proceso de paz en Oriente Medio y hoy también está dispuesto a contribuir a él.
«Esperamos que se realicen todos los esfuerzos desde todas las partes, incluido Israel, para promover una paz verdadera, una paz que preserve la seguridad de Israel, la seguridad y la estabilidad de su pueblo, pero que también permita a los palestinos hacer valer sus derechos», dijo.
Volviendo sobre las relaciones excepcionales entre Marruecos y los miembros de su comunidad judía, Bourita indicó que «para entender la relación con Israel, hay que vincularla a la relación con la comunidad judía».
«La relación es muy antigua y el vínculo entre Marruecos y la comunidad judía está muy arraigado. Y me pregunto si podemos hablar de Marruecos y de la comunidad judía como entidades separadas, porque son una sola comunidad», indicó el ministro, recordando que «la población judía vive en Marruecos desde hace siglos. Forma parte de la población marroquí. Ha enriquecido la identidad marroquí. Y por eso nuestra constitución es quizás la única en el mundo árabe e islámico que menciona el componente judío entre los componentes importantes de la identidad marroquí».
Agregó que se trata también de una «relación entre la comunidad judía y los Reyes de Marruecos, una historia muy larga que se remonta al siglo XV, cuando la comunidad judía fue expulsada de Al Ándalus, para ser acogida en Marruecos. El difunto el Rey Mohammed V rechazó las leyes antisemitas del régimen de Vichy y se negó a entregar la comunidad marroquí al régimen nazi”.
Refiriéndose a los importantes esfuerzos realizados para preservar la identidad y el patrimonio judío marroquí, Bourita dijo que «Su Majestad el Rey Mohammed VI obra por preservar este patrimonio. La constitución marroquí se refiere al afluente judío. Su Majestad también ha ordenado la renovación de casi 170 cementerios y lugares sagrados en Marruecos, y se han restaurado más de 20 sinagogas».
«Hoy en día, en nuestro programa escolar, se hace referencia a los componentes judíos de la historia de Marruecos, lo cual es un hecho único en el mundo árabe e islámico. Y Marruecos es el único país árabe e islámico donde todavía vive una comunidad judía con sus sinagogas, su tribunal y con todas sus estructuras como un componente normal de la identidad marroquí y del pueblo marroquí», indicó Bourita.
Esta relación es muy fuerte, añadió, y el millón de israelíes marroquíes que viven en Israel o los cientos de miles de judíos marroquíes que viven en América del Norte y del Sur, o en Europa, han mantenido estrechos lazos con su país y con sus reyes durante siglos.
«Por eso esta relación es muy especial, es única en el mundo árabe. Y ha sido salvaguardada por los compromisos de los Reyes de Marruecos, pero también por la voluntad del pueblo marroquí», señaló el ministro.