Rue20 Español/ Rabat
El Observatorio Internacional para la Paz, la Democracia y los Derechos Humanos (IOPDHR) ha trazado un panorama sombrío de la situación de las poblaciones secuestradas en los campamentos de Tinduf (sudeste de Argelia), en un informe presentado este viernes en Ginebra.
Ante la falta de un marco legislativo en materia de asilo conforme a los acuerdos internacionales, la situación de las poblaciones de los campamentos de Tinduf no ha evolucionado en absoluto, y la Oficina del Alto Comisionado para los Refugiados es plenamente responsable de esta situación a falta de la implicación del país de acogida, subraya el informe sobre la situación de los derechos humanos en los campamentos de Tinduf tras la pandemia.
La presidenta del Centro Internacional para la Diplomacia, Karima Ghanem, señaló que desde hace casi cinco décadas, los campamentos de Tinduf (suroeste de Argelia) viven en una anarquía jurídica sin precedentes en la historia de los campamentos de refugiados, donde miles de saharauis viven en condiciones inhumanas en tiendas o casas de barro, y dependen principalmente de la ayuda humanitaria internacional, mientras que el «Polisario» gestiona los campamentos en lugar del país de acogida, en contra de las normas del derecho internacional y lejos de los ojos de la comunidad internacional.
Dado que las operaciones de observación internacional son, en el mejor de los casos, esporádicas o parciales, no pueden revelar plenamente el carácter sistemático de las graves violaciones de derechos humanos cometidas contra la población de los campamentos, afirmó.
Hasta la fecha, los campamentos no han sido objeto de ninguna operación de censo de la población, a pesar de las reivindicaciones internacionales, y el Estado argelino no reconoce realmente a la población como refugiada, señaló Ghanem, antes de agregar que el ACNUR no puede comunicarse directamente con los secuestrados en campamentos de carácter militar, en clara violación de la Convención de 1951 sobre los Refugiados.
La presidenta del Centro Internacional de Diplomacia subrayó la responsabilidad jurídica, política y moral de Argelia respecto a la situación de los derechos humanos, que no puede eludirse delegando enteramente el poder al «Polisario» para reprimir a las poblaciones secuestradas, que no disponen de ningún recurso ante los múltiples abusos.
Por su parte, el presidente de la asociación Convergencia para el Diálogo de las Culturas, Zouhair El Youbi, destacó el empeoramiento de la situación humanitaria y de los derechos humanos en los campamentos de Tinduf, revelado en varios testimonios conmovedores que no llegan a la comunidad internacional, debido a la ley del silencio impuesta a la población.