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Meryem Ghoua
Marruecos tiene una de las más ricas historias y culturas del mundo, influyendo durante siglos por diversos pueblos, entre ellos los romanos, que extendieron su imperio a África.
Walili o bien Volubilis es una antigua ciudad romana ubicada en el territorio de Marruecos, a unos 20 km al norte de Mequinez, al pie del monte Zerhun, y a 4 de Mulay Idris, es considerada la ciudad santa de Marruecos.
El yacimiento arqueológico de Volubilis es posiblemente el yacimiento romano mejor preservado de esta área del norte de África.
Por lo tanto, Walili fue incluido en la lista del Patrimonio de la Humanidad de Unesco en 1997.
Los romanos construyeron Volubilis en el lugar de una ciudad de Cartago, que se remonta al siglo III AC, que se convertió en una importante ciudad romana en el norte de África.
Walili, perteneció al reino de Mauritania y, en el año 40, esta ciudad pasó a ser también parte del Imperio Romano cuando se anexionaron los dos reinos, sin embargo, 200 años después, los romanos se trasladaron hacia Tingis, por lo que Volubilis quedó abandonada, hasta que, en el siglo VII la zona fue invadida por los árabes.
Tras unos siglos, en el XVIII, el sultán alauita Moulay Ismaíl, desmanteló los edificios que quedaban en Volubilis para construir con los materiales de esta, la ciudad de Meknes.
No obstante, Volubilis se quedó casi despoblada, el terremoto de Lisboa que azotó la zona en 1755, sentenció el futuro histórico de esta ciudad y la convertió en las ruinas de una antigua población púnica y romana.
Es de señalar que la población de Volubilis alcanzó 20.000 habitantes, sin embargo, los romanos habían perdido el control de la zona en el tercer siglo.
Cabe destacar que Volubilis es, quizá, una de las mejores ruinas romanas del norte de África; probablemente la más sencillas de visitar, ya que ofrece la soledad necesaria para disfrutar en silencio, pasear entre sus ruinas y dejar volar la imaginación.
Cabe recordar que el nombre de Volubilis, de origen berebér proviene de la flor Campanularia volubilis (más conocidas como adelfas), Oualili o Walili en lengua bereber, una preciosa flor azulada – violácea.
En fin, si algo tiene Marruecos que lo hace único es su historia. El país ha sido escenario de múltiples civilizaciones cuya cultura ha dejado un legado histórico monumental en el que confluyen diferentes estilos arquitectónicos.
