Rue20 Español / Mohammedia
Toufiq Slimani
Tiene razón el místico Heráclito: no se puede bañar dos veces en el mismo río. No se puede jugar dos veces el mismo partido. No es la misma cancha, ni la misma hora, ni el mismo día, ni los mismos nervios, ni los mismos ánimos. El partido de esta tarde ante Croacia por el tercer puesto del Mundial de Qatar es único y especial.
Es verdad que las dos selecciones participan por sexta vez en la Copa del Mundo. Es verdad que las dos se enfrentaron en la fase de grupos. Es verdad que las dos empataron. Es verdad que las dos han eleminado a grandísimas selecciones. Pero el partido de hoy tiene un sabor especial. El éxito marroquí tiene también un sabor especial.
La historia ya está hecha en el Mundial de Qatar. Marruecos hizo historia en la Historia de la Copa del Mundo tras su clasificación a las Semifinales en este Mundial excepcional en un país árabe excepcional. Pero podemos seguir haciendo historia. Conquistar el tercer puesto esta tarde ante Croacia será un paso adelante para consolidar nuestra gloriosa participación en este Mundial.
Estamos orgullosos de nuestra selección. Estamos orgullosos de nuestro seleccionador nacional, Walid Regragui. Estamos orgullosos de nuestros jugadores. Estamos orgullosos de nuestra afición. La Federación Real Marroquí de Fútbol ha hecho un gran y buen trabajo. Confiar en un seleccionador nacional en la última hora y entregarle las llaves de la selección es de por sí un acto de valentía. Todos merecen respeto y reconocimiento.
El Mundial no ha terminado. Es verdad que aspirabamos a pasar a la Final. Un sueño fusilado por el arbitraje y la poca experiencia. Todavía nos queda un partido. Queremos conquistar el bronce. Merecemos lo mejor porque hemos demostrado lo mejor de nosotros. El tercer puesto está muy cerca que nunca.
Gracias a estos héroes, el nombre de Marruecos ha llegado a todas las partes del planeta. Fueron los mejores embajadores del Reino. Sin publicidad ni anuncios, todos los diarios del mundo y todas las redes sociales han abordado, escrito y hablado de Marruecos.
Gracias a estos héroes, la bandera marroquí tocó los cielos y la gloria. La personalidad marroquí renació de nuevo. Es un renacimiento. La selección nos ha vuelto a posicionar en el Magreb, África, el Mundo Árabe, el Sur y el Mundo entero. Hemos comido en la mesa de los grandes. Palabras mayores. Sí. Las hemos conseguido.
La hazaña de la selección marroquí en Catar y sus éxitos podrían facilitar y allanar el camino hacia el cambio de la mentalidad perdedora y pesimista. Este éxito invita al positivismo y optimismo. Ser realista es importante, pero soñar, como repetía siempre, es gratis. A soñar.
Dolidos, sí, por como hemos perdido ante Francia. Pero ya hemos adquirido el espíritu ganador. El espíritu luchador y guerrero nos enseña el camino a seguir. La valentía de Ounahi ante los grandes nos dibuja el sendero. La resistencia de Bono nos demuestra que la esperanza nunca se pierde.
Es posible ganar hoy a Croacia y llevar el bronce. Es el mejor regalo a unos jugadores y aficionados ambiciosos y luchadores.
Pase lo que pase esta tarde, la selección nos deja seguir el Mundial hasta el último minuto. Hemos pasado un mes disfrutando del buen juego y la pizarra táctica de Walid Regragui. No estoy soñando. Es la pura versión: pujamos por el tercero puesto. Nadie nos ha regalado nada, nadie nos ha despertado. Merecemos respeto. Exigimos respeto. Hemos ganado el respeto absoluto.