Rue20 Español/ Marrakech
Una treintena de países de la región Euromediterránea y del Golfo han puesto este miércoles la «primera piedra» hacia la creación de una «comunidad económica y energética» en la región, para confrontar los retos actuales que derivan de la pandemia y la guerra en Ucrania.
Este es el objetivo del primer «Foro económico y parlamentario de la región Euromediterránea y del Golfo» que se celebra hoy y mañana en la ciudad marroquí de Marrakech, organizado por la Asamblea Parlamentaria del Mediterráneo (PAM, en sus siglas en inglés).
Dicho organismo engloba a 31 países de la cuenca norte del Mediterráneo como Francia, Italia, Grecia, Portugal, Rumanía o Serbia y del sur como Marruecos, Argelia, Túnez, Palestina, Israel, Turquía, Catar y Siria.
El presidente de la PAM, Pedro Roque, afirmó durante la ceremonia de inauguración que su objetivo es crear «una zona económica» común, un «objetivo ambicioso» pero que, a su juicio, es «la única solución posible ante los retos actuales»
«Hemos reunido a gobiernos, parlamentarios, representantes de empresas, académicos y miembros de la sociedad civil para avanzar en una idea simple: la creación de una comunidad económica y energética entre las diferentes regiones del conjunto Euromediterráneo y del Golfo», afirmó.
Para Roque, estos países «tienen mucho en común y mucho que aprender unos de otros» y necesitan unirse en un contexto de debilidad económica mundial tras la pandemia, la invasión rusa de Ucrania y el cambio climático.
Para conseguir esta comunidad económica, explicó Roque, se necesitará el apoyo de entidades regionales y organizaciones internacionales, pero insistió en que la cooperación económica «es crucial» vistos los efectos, por ejemplo, de la guerra en Ucrania, que «ha puesto de manifiesto la debilidad de nuestra infraestructura energética».
«Tenemos que actuar rápidamente», afirmó para concluir que este miércoles se puso «la primera piedra hacia una comunidad económica más integrada, más resiliente y duradera en la región».
En la sesión inaugural también hablaron representantes de Parlamentos árabes y africanos, así como de la Organización Mundial del Comercio (OMC).
Por parte de la OMC, su responsable Said El Hachimi leyó un mensaje del director general de la organización, Ngozi Okonjo-Iweala, en apoyo a la iniciativa de crear ese espacio económico común en el mediterráneo sur y norte.
«Tenemos que ser conscientes y vigilantes de los riesgos de fragmentación», dijo sobre la actual situación, ya que, alertó, «si la economía mundial se fragmentara en dos bloques, el PIB a largo plazo bajaría un 5 %».
Mustafá Baitas, portavoz del Gobierno marroquí, leyó un mensaje del presidente marroquí, Aziz Ajanuch, en el que invitaba a los países de la cuenca mediterránea a colaborar y abrir un espacio de intercambio.
«Hoy más que nunca debemos crear redes seguras para que las economías de nuestros países puedan hacer frente a la crisis. En lugar de buscar soluciones individuales, hoy es necesario reflexionar juntos sobre estrategias comunes», dijo.
Por parte del Parlamento Panafricano, su presidente, Fortune Charumbira, instó a acabar el foro con «recomendaciones prácticas» hacia una mayor cooperación en la región, porque «los problemas son similares» y nadie mejor que los representantes de los parlamentos, «la voz del pueblo», para buscar soluciones.
El foro que acoge Marrakech busca «un nuevo enfoque de las cuestiones económicas y ambientales más apremiantes para las regiones euromediterráneas y del Golfo, particularmente a la luz de las dramáticas repercusiones de la guerra en Ucrania en todos los sectores de la economía».
Creada en 1995, la Asamblea Parlamentaria Mediterránea quiere ahora promover «un cambio de paradigma» para «garantizar una integración económica más efectiva y resistente a factores externos, una red comercial sur-sur más extensa y un área de producción y mercado de energía verde más integrada, autosuficiente e independiente». EFE