Rue 20 en español/ Mohammedia
Después de un mes de la sustitución de la exministra de Exteriores, Arancha González Laya, por el diplomático José Manuel Albares, las relaciones hispano-marroquíes comienzan a volver a la normalidad.
Albares optó desde el 12 del pasado julio por “la diplomacia de discreción y tranquilidad” para curar las heridas abiertas por el llamado “Caso Gali” (la entrada clandestina y bajo una identidad falsa del presunto líder del Polisario, Ibrahim Gali, a España el día 18 del pasado abril).
El acuerdo entre Rabat y Madrid sobre el retorno de los menores marroquíes atrapados en Ceuta desde el pasado mayo, entra en el marco de esta nueva dinámica diplomática hispano-marroquí.
Tras las instrucciones del rey Mohamed Sexto para facilitar la vuelta de los menores marroquíes a sus familias, los dos países han llegado a la fórmula adecuada para la vuelta gradual de entre 700 y 900 menores a sus familias desde Ceuta a Tetuán.
Un documento del Ministerio de Interior español confirma este acuerdo hispano-marroquí. “Habiéndose recibido escrito de la Delegación del Gobierno en Ceuta, que a su vez nos da traslado del escrito de la Vicepresidencia Primera del Gobierno de Ceuta, rogamos se proceda a ejecutar las previsiones recogidas en el artículo 5 del Acuerdo entre el Reino de España y el Reino de Marruecos sobre la cooperación en el ámbito de la prevención de la emigración ilegal de menores no acompañados, su protección y su retorno concertado, hecho en Rabat el 6 de marzo de 2007”, dice el documento.
Sin revelar el número de menores que serán repatriados, aclara el documento: “en base a ello, y por indicación del Ministro del Interior, se ruega se proceda a efectuar el retorno de los menores al Reino de Marruecos, respetando en todo momento sus intereses y derechos. Todo ello con el fin último de garantizar en cada caso las condiciones de reunificación familiar efectiva del menor o su entrega a cargo de una institución de tutela”.
La devolución de estos menores a Tetuán tras su llegada masiva el pasado mayo a Ceuta, desató mucha crítica en España por parte de las asociaciones de derechos humanos, sobre todo, tras el aviso del Defensor del Pueblo a la Moncloa. Pero el Gobierno español aseguró que “Marruecos se compromete a velar por los intereses de los menores, contando en todo momento con la protección otorgada por los responsables locales que supervisan el centro de menores de Martil, cercano a Tetuán. El Reino de Marruecos garantizará los derechos de los menores hasta que sean entregados a sus padres lo antes posible, y en el caso de no existir padres, L’Entraide Nationale se hará cargo de los menores”.
Fuentes marroquíes han informado a este diario “Rue 20” que el primer grupo de los menores retornados llegó ayer por la tarde a Tetuán. Sin embargo, ninguna fuente oficial marroquí ha confirmado hasta el momento esta información.
Este acuerdo viene después de que el Rey Mohammed VI diera sus instrucciones, el 1 de junio 2021, para resolver la cuestión de miles de menores marroquíes no acompañados en Europa, sobre todo, en España y Francia.
La última crisis migratoria en las fronteras de Ceuta, fue utilizada por algunos círculos periodísticos y políticos españoles para dar una imagen manipulada de Marruecos.
A la espera del número consensuado de los menores retornados entre las dos partes, esta iniciativa se puede interpretar como el principio del fin de la crisis diplomática entre los dos reinos.
Una crisis que ha durado más de cuatro meses y contra la lógica de la buena vecindad y la asociación estratégica.
“Los gestos de distensión con Marruecos han permitido ahora abordar una de las cuestiones prioritarias derivadas de la crisis de mayo”, comenta el diario El País acerca de que “España y Marrueco acuerdan el retorno de los más de 700 menores que entraron en Ceuta en mayo”.
