Rue20 Español/ Mohammedia
Marruecos fue uno de los temas que han protagonizado la Plenaria del Senado colombiano ayer martes por el acercamiento del nuevo Gobierno colombiano al Polisario en detrimento de unas relaciones diplomáticas históricas con Marruecos.
Varios senadores colombianos apoyaron la constancia que aboga por el acercamiento con Marruecos y que rechaza un supuesto reconocimiento al Polisario por parte de Bogotá.
La defensa del Partido de Centro Democrático fue la más destacada. «Desde el partido de Centro Democrático apoyamos al Reino de Marruecos, reclamamos al Gobierno Nacional el supuesto restablecimiento con el Frente Polisario que no cuenta con ningún reconocimiento por parte de las Naciones Unidas», afirmó el partido.
La senadora Paola Holguín Moreno del Centro Democrático, denunció ante el senador el coqueteo del gobierno de Gustavo Petro con el Polisario. «Nosotros la bancada del Centro Democrático apoyamos la constancia que acaba de leer el senador Germán Blanco sobre el tema de Marruecos. Y lo hicimos por varias razones: en el último informe del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas se subrayó nuevamente y con claridad que el Frente Polisario no tiene ningún estatus oficial en esa organización (ONU). Nosotros vemos con preocupación que se quiera reconocimiento de Estado a un grupo armado y a sus representantes que no gozan de ninguna representación en Naciones Unidas», afirmó.
Desde el @CeDemocratico apoyamos al Reino de Marruecos, reclamamos al Gobierno Nacional el supuesto restablecimiento con el Frente Polisario que no cuenta con ningún reconocimiento por parte de las Naciones Unidas. pic.twitter.com/NqAMizXcXe
— Paola Holguín 🇨🇴 (@PaolaHolguin) October 25, 2022
«Como lo decía el presidente Germán Blanco, desde 1979 Colombia tiene relaciones diplomáticas ininterrumpidas con el Reino de Marruecos. Además, el año pasado, se firmaron cuatro acuerdos de cooperación para la exención de visas, para servicios aéreos, para toda la cooperación en la lucha contra las drogas y con la agencia marroquí de cooperación internacional», subrayó.
«Además, Colombia ha tratado de coadyuvar a los demás países de Naciones Unidas en un proceso que se viene adelantando desde 2007 cuando Marruecos presentó una iniciativa para poder solucionar el tema del diferendo sobre el Sahara», avisó al Senado.
«Señor presidente, nosotros sabemos que constitucionalmente las relaciones diplomáticas están encabezadas por el Ejecutivo, pero también sabemos que tenemos una obligación como congresistas en un tema tan delicado como este donde sentimos más que se está vulnerando el derecho soberano del Reino de Marruecos donde hay una intromisión indebida en un asunto interno y donde se hace un flaco favor a un tema que desde Naciones Unidas se viene trabajando desde 2007 por parte de varias naciones que queremos encontrar la mejor solución sobre el problema del diferendo del Sahara», concluyó.
Colombia de Petro Gustavo se desvía del camino de la nueva izquierda latinoamericana y de las verdaderas aspiraciones del pueblo colombiano. Los colombianos quieren un presidente y Gobierno que luchen contra la pobreza y la violencia, no un Gobierno que apoye a las milicias.
El primer error diplomático de Petro ha sido su acercamiento al Polisario y su decisión de normalizar las relaciones diplomáticas con las milicias y los separatistas.
«El Gobierno de la República de Colombia y Gobierno de la República Árabe Saharauí, obrando dentro del contexto de los principios y propósitos de la Carta de las Naciones Unidas, han acordado establecer relaciones diplomáticas bilaterales a nivel de Embajadores no residentes a partir de las 12M., del día de febrero de 1985), rezó días un comunicado publicado por el Ministerio de Exteriores colombiano y fiermado por Humberto Gomez Gomez, Subsecretario de política Exterior del Ministerio de Relaciones Exteriores, y el presunto embajador en misión especial del Polisario en Colombia.
El comunicado recordó que «el Gobierno de la República de Colombia inspirado en los principios y propósitos de la Carta de las Naciones Unidas, reafirma la vigencia del Comunicado Conjunto suscrito con el Gobierno de la República Árabe Saharaui Democrática, el 27 de febrero de 1985».
La decisión del nuevo Gobierno de Colombia encabezado por el presidente izquierdista y ex guerrillero, Petro Gustavo, quien se convirtió en el primer presidente de izquierda de Colombia, tendría un impacto negativo en la Política Exterior colombiana. Petro sigue los pasos de Maduro en Venezuela. Pasos que sólo conducen a la pobreza y la mesiria.
En vez de impulsar las reformas económicas y sociales para reducir la pobreza y la desigualdad, en una nación dividida y golpeada por la violencia, el nuevo presidente se desvía del camino de la nueva izquierda latinoamericana restableciendo las relaciones diplomáticas con las milicias del Polisario.
El verdadero desafío de Petro es sortear la violencia que se ha cobrado la vida de más de 560 defensores de los derechos humanos desde 2016, la inflación creciente más alta de las últimas dos décadas y la búsqueda de consensos en un país dividido por décadas de enfrentamientos armados.