Rue20 Español/Rabat
El gobierno estudia pasar de la subvención del gas butano a la concesión de ayudas directas para seguir haciendo frente a la subida de los precios mundiales, aseguró el martes en Rabat el ministro delegado ante la ministra de Economía y Finanzas, encargado del Presupuesto, Fouzi Lekjaa.
En una rueda de prensa sobre la presentación del proyecto de ley de finanzas (PLF) para el año 2023, Lekjaa se centró en las formas de conceder subvenciones a poblaciones específicas y en la distribución de ayudas directas a los hogares más pobres.
En este sentido, subrayó la importancia de mejorar la contribución de las grandes empresas con un beneficio neto superior a 100 millones de dírhams (MDH), que estarán sujetas a un tipo del 35%, incluidas las que ejercen actividades de monopolio.
Esto permitirá, explicó el ministro, la consagración del principio de solidaridad social y neutralidad fiscal y tendrá un impacto considerable en la reforma del fondo de compensación y la focalización de los hogares pobres y vulnerables en los programas sociales.
«El debate sobre el fondo de compensación y la focalización en Marruecos nos ha llevado 10 años y siempre hemos estado de acuerdo en que las subvenciones exhaustivas del fondo de compensación han sido siempre contraproducentes», dijo Lekjaa, señalando que las personas con bajo poder adquisitivo son las que menos se han beneficiado de estas subvenciones.
Para garantizar la eficacia de las ayudas públicas, «hay que pasar de estas subvenciones a las ayudas directas mediante transferencias financieras directas, y eso es lo que prevé el PLF-2023», argumentó el ministro.
«A partir de este año destinaremos 20.000 millones de dirhams (MMDH) a ayudas directas para los hogares que viven en la precariedad», sostuvo, precisando que la subvención del gas no beneficia mucho a las familias precarias que no superan una bombona al mes.