Rue20 Español/ Rabat
El discurso pronunciado por el Rey Mohammed VI anteayer viernes ante el Parlamento con motivo de la apertura de la primera sesión del segundo año legislativo de la undécima legislatura, sigue llamando la atención de los analistas, responsables y ex ministros.
Cada uno tiene su manera de ver y analizar el discurso real. Mohamed Benabdelkader, exministro de Justicia, del partido socialista(USFP), analiza en declaración a Rue20 Español el discurso real.
«Como ciudadano y actor político, seguí con gran interés el discurso real con motivo de la apertura oficial de la primera sesión de este segundo año legislativo», dijo el exministro.
«Por supuesto mi primera impresión es que se trata de un discurso que, por un lado, se inscribe perfectamente en la dirección ilustrada de SM el Rey y su formidable liderazgo en la conducción de la política general del Estado y por otro lado, es un discurso que inspira a toda la clase política y le brinda una valiosa orientación estratégica sobre los desafíos urgentes que enfrentamos y los nuevos proyectos prioritarios que nos esperan», afirma.
«Su Majestad marcó el rumbo de este año legislativo al priorizar dos grandes ejes, que son la conservación y la gestión racional, anticipatoria y sostenible de nuestros recursos hídricos, así como el fomento de las inversiones de forma que la La nueva carta de inversión pueda movilizar a todos los actores interesados, en particular el sector privado y los bancos, y dar un impulso tangible al atractivo de Marruecos», explicó.
«Quisiera señalar en el mismo contexto que los discursos y mensajes de SM el Rey han constituido siempre una práctica de comunicación política de alto nivel, que juega un papel estructurador en el funcionamiento del Estado y la cohesión de la nación», aseguró, agregando que «el discurso real fue un acto discursivo de mayor importancia estratégica, que vino a iluminar la actuación de los poderes legislativo y ejecutivo pero también a fortalecer aún más nuestros sentimientos de confianza y orgullo», concluyó.
