Rue20 Español/ Rabat
Casi un centenar de países en todo el mundo han levantado completamente las restricciones que impusieron a los viajes para tratar de frenar la expansión de la pandemia desatada en 2020, aunque aún permanece cerrado China, un mercado cada vez más importante para España.
Según los datos que manejan la Organización Mundial del Turismo (OMT) y la Asociación Internacional del Transporte Aéreo (IATA), 99 países en todo el mundo habían levantado cualquier restricción a los viajes hasta el pasado 7 de octubre.
Desde marzo pasado -dos años después del estallido de la pandemia-, en que sólo ocho países en todo el mundo habían liberado completamente las entradas a su territorio, durante todo el año se han ido incorporando países hasta sumar los 99 actuales.
De ellos, 45 son europeos, los más numerosos; 25 más están ubicados en América, otros 13 en Asia y Pacífico, 10 en África y 6 en Oriente Medio.
Según el buscador Kayak, a mediados de octubre sólo mantenían cerradas sus fronteras, además de China, Yemen, Turkmenistán, Libia y Camerún, y exigían pruebas covid antes de entrar Rusia, Níger, Angola, Sudán, República Centroafricana y Birmania.
LOS CHINOS MÁS QUE DUPLICAN EL GASTO MEDIO
Ninguno de estos países son claves para España, ni como emisores ni como receptores de turistas, salvo China y Rusia, país que ha sumado a las restricciones derivadas de la pandemia las limitaciones consecuencia de la invasión de Ucrania, que ha supuesto la cancelación de rutas aéreas.
Antes de la covid China ganaba peso en el universo emisor de turistas hacia España pero, sobre todo, en el gasto medio por turista, mucho más elevado que la media.
Así, en 2019 llegaron a España 700.750 ciudadanos procedentes de China, un 8,4 % más que en 2018, cuando habían entrado cerca de 650.000 (el 25 % más que el ejercicio anterior), según las cifras del Instituto Nacional de Estadística (INE).
Pero son más significativas las cifras de gasto medio por turista: si los viajeros internacionales se dejaron al cierre de 2019 una media de 1.101 euros por persona, según el INE, en el caso del turismo chino la cifra se eleva a 2.563 euros (datos, en este caso, de la Asociación de Turismo España-China).
Es decir, más que duplican la media y se sitúan sustancialmente por encima del gasto que hacen los británicos, el primer emisor de turistas a España, con 990 euros al cierre de 2019, o los alemanes (segundo emisor), con 1.042 euros, e incluso los nórdicos (1.222 euros).
Por el momento China sólo permite las entradas con determinados tipos de visas, muy acotadas, como las de los diplomáticos, además de que somete a quienes entran al país a una cuarentena de hasta 10 días en hoteles que deben ser pagados por los propios usuarios.
El país asiático mantiene una estricta política de tolerancia cero contra la covid, aunque ha aliviado algo las restricciones y en agosto pasado anunció que volvería a conceder visados de estudiante a aquellas personas admitidas por universidades del país tras más de dos años en suspenso.
LOS EMISORES EUROPEOS GANAN RITMO
El Reino Unido, el tradicional principal emisor de turistas a España (con 18 millones en 2019) levantó las restricciones de viaje a mediados de marzo de este año. Ente enero y julio de este año han llegado a España 10,2 millones de turistas británicos, todavía lejos de las cifras prepandemia pero con ritmos de crecimiento elevadísimos.
Alemania, el segundo emisor de turistas hacia España, fue algo más laxo durante la pandemia. Sus mejores tasas de crecimiento se sitúan también a partir de principios de este año, si bien en los últimos meses parecen haberse atenuado algo.
Entre los destinos extranjeros preferidos para los españoles, toda Europa es ahora un campo libre de movimientos y también otros lugares como el Caribe, México, Argentina, Chile o Brasil o la ribera sur del Mediterráneo (Marruecos o Túnez) y otros países africanos como Senegal, Namibia o Tanzania, entre otros.
La OMT, muy beligerante durante toda la pospandemia contra la dispersidad de requisitos de entrada en los países, considera ahora que este tipo de limitaciones han perdido peso y ahora afectan más a los flujos de viajeros factores «soft» como las cancelaciones injustificadas de vuelos que han ocurrido este pasado verano.
Por ello, pide políticas de visados y restricciones transparentes y «que no incluyan sorpresas» para que los viajeros puedan organizar sus movimientos con normalidad, explican a Efe fuentes de la organización. EFE