Rue20 Español/ Rabat
Las Palmas de Gran Canaria acogió la I Conferencia Internacional por la Paz y la Seguridad, organizada por el Movimiento Saharauis por la Paz (MSP) en colaboración con el Fórum Canario Saharaui, que tuvo como objetivo debatir sobre la urgente necesidad de una solución pacífica al problema del Sáhara, como elemento indispensable para la paz y la estabilidad en el noroeste africano y el Mediterráneo.
La conclusión que surge de este encuentro «es que la solución pacífica, una solución en la que no haya ni un perdedor ni un ganador, es ciertamente posible. Sólo queda arremangarse y trabajar por ello», dijo el primer secretario del MSP, Hach Ahmed Bericalla.
En este sentido, se va a crear una «Comisión Sahraoui por la Paz» para monitorear el proceso político realizado por el enviado especial de la ONU para el Sáhara, Staffan de Mistura.
«Queremos formular aquí la idea de crear en el futuro una “Comisión Sahraoui por la Paz», cuya misión es monitorear el proceso político llevado a cabo por el enviado Staffan de Mistura», reveló Bericalla.
«Esta Comisión estará integrada por personalidades y miembros de la autoridad tradicional, así como por representantes de las diversas corrientes políticas y de la sociedad civil», agregó.
«Una vez formada, – explica Bericalla – el Secretario General de las Naciones Unidas y su Enviado Personal deberán asistir a la Mesa Redonda, y si estos esfuerzos fracasan por la intransigencia de las otras partes, asumirán la responsabilidad histórica de comprometerse con el proyecto y exigiendo su implementación a través de un acuerdo con el Reino de Marruecos con las debidas garantías internacionales».
Según el primer secretario del MSP, «los resultados y recomendaciones de esta reunión, que en adelante se denominará “Declaración de Canarias”, se enviarán al Secretario General de las Naciones Unidas y a su Enviado Personal, al Presidente del Consejo de Seguridad, al Jefe del Gobierno de España, al Alto Representante para la Política Exterior de la Unión Europea y a los gobiernos de Argelia, Mauritania, Francia y Estados Unidos, y por supuesto al Gobierno de Marruecos y al Frente Polisario».