Rue20 en español / Mequínez
En estos últimos días, los medios de información Forbidden Stories han difundido una falsa noticia que dice que Marruecos espió al presidente de Francia, Emmanuel Macron, mediante el software Pegasus de la firma israelí NSO Group.
Por este motivo, el ministro de Defensa de Israel, Benny Gantz, va a viajar hoy miércoles 28 de julio a París para reunirse con su homóloga francesa, Florence Parly, con quien abordará el tema del software espía israelí Pegasus, según ha informado el periódico Jerusalem Post.
Según los informes de la prensa israelí, Emmanuel Macron solicitó hace dos días al primer ministro israelí, Naftalí Bennett, una declaración oficial sobre el software.
La empresa israelí NSO Group fue acusada de proporcionar su software espía a países que lo utilizaron para perseguir a activistas o disidentes políticos.
Mientras que NSO Group ha negado enérgicamente todas las acusaciones en su contra afirmando en varias ocasiones que solo vende su servicio a Gobiernos o agencias de seguridad para combatir el terrorismo o el crimen organizado.
Las acusaciones falsas se desmoronan
En contra de lo que varios medios franceses e internacionales vinieron diciendo sobre un presunto espionaje del presidente de la República francesa, Emmanuel Macron, por Marruecos a través del programa israelí Pegasus, el digital español «OkDiario» informó que Macron no fue espiado por Pegasus ni por las autoridades marroquíes, sino con el software Darkmatter de Emiratos Árabes Unidos.
Así, según los analistas israelíes, con el objetivo de intentar despistar sus movimientos, «la inteligencia francesa habría intentado culpar a Marruecos del espionaje a Macron, pero la cuestión es que los marroquíes no disponen de Pegasus, sólo tienen un landmak o geolocalizador que establece la posición de teléfonos móviles», informa la misma fuente.
Además, solo los países amigos de Israel pueden contar con Pegasus cuya compra se realiza bajo un concepto de confiabilidad: no usarlo para espiar a un país aliado de Israel. Francia es aliada de Israel y Marruecos es país amigo de Isreal, por lo cual faltarían muchos argumentos para acusar a Marruecos de este presunto espionaje.
Además, «entre los teléfonos espiados se encuentra el del propio rey de Marruecos, algo a lo que ningún marroquí se atrevería», dicen las mismas fuentes.
Las falsas acusaciones a Marruecos en un momento clave como el que atraviesa, sobre todo con sus vecinos, deja mucho que desear.
A raíz de esto, el jefe de la diplomacia marroquí, Nasser Bourita, comentó al respecto que «no soy un fanático de las teorías de la conspiración. No creo que haya un consorcio de «fuerzas del mal» que busquen hacernos daño. Pero soy lo suficientemente lúcido para leer el paisaje que se me presenta».
Una incesante concentración en Marruecos en particular; movilización de una fuerza considerable de huelga de los medios, incluso en el servicio público de un país en particular; la estacionalidad del campo; el deseo apenas velado de afectar la confianza en el Estado marroquí, tanto en el interior como en el exterior; la elección de una fecha muy simbólica para Marruecos y los marroquíes. ¿Es una campaña? ¡Sí! ¿Es denigración? ¡Ciertamente! ¿Está orquestado? ¡No podría ser de otra manera! ¿Por quién? El tiempo nos lo dirá.
Aquí está el quid de la cuestión, hay que dejar tiempo al tiempo y esperar a que se esclarecen las cosas.
