Rue20 Español/ Rabat
Después de su nombramiento por el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, el pasado marzo, como nuevo embajador en Marruecos, Puneet Talwar, ha obtenido hoy la luz verde del Comité de Relaciones Exteriores del Senado de los Estados Unidos.
Antes de que aterrice en Marruecos, el nuevo Embajador Extraordinario tendrá que obtener la luz verde del Senado en una sesión plenaria.
El nuevo Embajador Extraordinario y Plenipotenciario en el Reino de Marruecos, ha ocupado altos cargos en seguridad nacional y política exterior en el Departamento de Estado, la Casa Blanca y el Senado de los Estados Unidos.
Fue uno de los destacados consejeros del ex presidente Barack Obama, su nombramiento en Marruecos es una señal de Estados Unidos a la importancia que brinda en su política con el Reino.
Actualmente se desempeña como asesor principal del Departamento de Estado, según la biografía de Talwar publicada por la Casa Blanca.
Anteriormente, se desempeñó como Subsecretario de Estado para Asuntos Político-Militares, Asistente Especial del Presidente y Director Principal del Consejo de Seguridad Nacional, y Miembro Profesional Principal del Comité de Relaciones Exteriores del Senado de los Estados Unidos.
El servicio público de Puneet Talwar también incluye roles clave en la Cámara de Representantes de los Estados Unidos y el personal de planificación de políticas del Departamento de Estado, según la misma fuente, quien dijo que se desempeñó como investigador principal en el ‘Asia Society Policy Institute, Visiting Scholar en Penn Biden Center de la Universidad de Pensilvania, asesor de la ONG de resolución de conflictos Inter Mediate y becario no residente del Centro de Estudios de Seguridad de la Universidad de Georgetown.
Puneet Talwar tiene un título en ingeniería de la Universidad de Cornell y una maestría en asuntos internacionales de la Universidad de Columbia. Este nativo de Washington, DC es miembro del grupo de expertos Council on Foreign Relations.
Es de destacar que la nominación de Puneet Talwar deberá ser validada primero por la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado, antes de ser sometida a votación en el plenario, de conformidad con el artículo 2 de la Constitución estadounidense.