Rue20 Español/ Mohammedia
Toufiq Slimani
El pragmatismo señala el rumbo de la política exterior del Estado español de cara al nuevo orden regional y mundial. Los tiempos han cambiado. Las circunstancias tampoco son las mismas de antes. El mundo pre-pandemia ya ha muerto, el nuevo está por nacer. Las personas no son las mismas en el amplio sentido de la palabra. El confinamiento y los efectos de las crisis sanitaria, económica y psicológica han dejado sus huellas.
La guerra en Ucrania entre Occidente y Rusia aceleró el nacimiento prematuro del nuevo mundo. “la crisis consiste precisamente en el hecho de que lo viejo muere y lo nuevo no puede nacer”, rezó el teórico marxista italiano Antonio Gramsci. Tal vez nos sorprenda el aspecto del recién nacido mundo. Cualquier bebé/ mundo recién nacido con frecuencia se ve azul, parece haber salido de una pelea de boxeo. Por lo tanto, es normal que se vea extraño, pero es momentáneo, después de meses el bebé/ el mundo tendrá su propio aspecto.
Los contornos del nuevo orden regional ya se están esclareciendo cada día más. Todo esto influye en las relaciones hispano-marroquíes. Ambos Reinos forman parte de este juego geopolítico global y regional. Ninguno de los dos países está al margen de lo que está por nacer. Por historia, geografía, geopolítica y geoestrategia, Marruecos y España están obligados a mover sus fichas para posicionarse en el nuevo orden mundial y defender sus intereses generales y su integridad territorial.
Marruecos y España, obligados a aunar esfuerzos en el nuevo orden regional y mundial
Por lo tanto, los dos países están obligados hoy más que nunca a entenderse y a irse de la mano. El peligro está por todos lados: en el Norte y en el Sur. Los desafíos van aumentando cada día más. Los sonidos y los efectos de las balas y los disparos en Ucrania o el Sahel llegan de una manera u otra, indirectamente, a Marruecos y a España.
La crisis energética, la subida de los precios de las materias primas y básicas, la presión y el chantaje, todos son resultados de lo que está pasando en Ucrania. El desafío de la inmigración tiene, en una parte, algo que ver con lo que está pasando en el Sahel. Las redes de tráfico de personas, armas y droga se mueven como el pez en el agua en tiempos de inestabilidad, inseguridad, caos y rechazo a la cooperación de seguridad e inteligencia con los vecinos.
No es ninguna mentira que el mundo es un pueblecito. Lo que pasa en China influye en Madrid y Rabat. Coronavirus es la mejor prueba. Así, lo que pasa en Madrid influye en Rabat y viceversa. Pero la historia nos ha enseñado que Marruecos influye mucho más en España. Por eso, la Embajada más importante de España es la que tiene en Rabat. La Embajada española en Washington es muy importante, pero no es sensible. Importancia y sensibilidad son dos palabras claves entre ambos Reinos.
La nueva decisión española de apoyar el plan de Autonomía para el Sahara presentado por Marruecos en 2007 es un puro reflejo de la buena gestión de la sensibilidad y la importancia. La nueva etapa inédita de asociación inaugurada tras la visita del presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, a Marruecos el 7 de abril de 2022, por invitación del Rey Mohamed VI, no sólo materializa la buena gestión de la importancia y la sensibilidad, también demuestra que el Estado español ha entendido la lógica del nuevo orden regional.
En la nueva lógica no hay “zonas grises” ni “zona de confort”. No hay una zona de confort al defender la soberanía y la integridad territorial de los vecinos.
Marruecos ha defendido en público la españolidad de Cataluña y rechazó cualquier contacto con los independentistas catalanes.
De las crisis salen las mejores oportunidades. La última crisis hispano-marroquí por la entrada clandestina del líder del Polisario, Brahim Gali, a España en el 18 de abril de 2021, ha permitido corregir el error español de apoyar y acoger durante décadas a los separatistas del Polisario.
Marruecos es más importante para España que Argelia. Esto no quiere decir que España tenga que perder a Argelia. La crisis actual entre España y Argelia tiene sus razones. Pero la agresión argelina a España usando el arma del gas, la suspensión del Tratado de Amistad, Buena Vecindad y Cooperación y la congelación de las operaciones comerciales y bancarias, no tiene razón.
Los gobernantes argelinos sólo han conseguido enemistar a su país con Marruecos, España, la UE, Túnez, el Mundo Árabe, entre otros. Ojalá un día se pregunten dónde está el problema. Tal vez Argelia entre en razón y empiece a razonar.
¿Por qué Marruecos influye mucho más en España que Argelia? Casi un millón de marroquíes residen en España, la mayoría de ellos legalmente y más de 210.000 nacionalizados. Pocos de ellos son inmigrantes irregulares. Además, 310.00 trabajadores marroquíes cotizan a la seguridad social española. Más de 3 millones de marroquíes usan los puertos españoles para regresar y abandonar Marruecos. Muchísimo dinero en juego. Casi 900.000 turistas marroquíes visitaban España cada año antes de la pandemia.
Los turistas españoles en Marruecos sumaron en 2018 unos 800.000, según datos del Observatorio Marroquí de Turismo. Esa cifra ha supuesto un 10 % de aumento con respecto al año anterior, según La Vanguardia.
Casi 1000 empresas españolas están instaladas en Marruecos. Casi 20.000 empresas españolas trabajan con sus homólogos marroquíes. Los intercambios comerciales van en aumento. Miles de temporeras marroquíes viajan cada año a España. Miles de familias españolas viven de la pesca en las aguas marroquíes. Y las dos ciudades ocupadas de Ceuta y Melilla dependen mucho de Marruecos.
Marruecos impide anualmente la llegada de miles de inmigrantes subsaharianos y marroquíes a España. Rabat no escatima esfuerzos en cooperar con Madrid en la lucha contra el narcotráfico, la red criminal y todas las actividades ilícitas. Marruecos, en realidad, es la primera línea de defensa de la Península Ibérica. La estabilidad y seguridad de España depende mucho de un Marruecos, estable, próspero y unido.
La participación de más de 260 empresarios e inversores españoles en el Foro de inversión hispano-marroquí en Dajla deja muy claro la apuesta del Estado español por el pragmatismo hacia Marruecos en el nuevo orden regional y mundial.
La participación de políticos o inversores españoles simpatizantes con el Partido Popular en el Foro de Dajla demuestra que la nueva hoja de ruta hispano-marroquí contó con el visto bueno del Estado español.
Las apariencias engañan. Las críticas del PP a Sánchez en público, por las formas y las maneras de cómo se ha comunicado la nueva decisión española, están dirigidas al consumo interno y a cazar el voto de los izquierdistas y centristas indecisos.
Marruecos sabe mantener el equilibrio necesario en sus relaciones bilaterales con los populares y los socialistas. Del pragmatismo no sale ningún partido español porque son conscientes de la necesidad de saber gestionar la relevancia y la sensibilidad con Marruecos.