Rue20 Español / Mequínez
De acuerdo al último informe realizado por la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR), la reducción de vías de entrada de Ceuta y Melilla aumentó notablemente la peligrosidad del trayecto migratorio de las personas que trataron de acceder a estas dos ciudades ocupadas.
Dado que fue imposible atravesar las fronteras de Beni Enzar (Melilla) y El Tarajal (Ceuta), muchos inmigrantes se vieron obligados a tomar embarcaciones o intentar llegar a nado, en circunstancias muy peligrosas.
CEAR ha subrayado que a lo largo del año pasado los medios de comunicación informaron de varios naufragios y desapariciones en el mar, como por ejemplo la muerte de dos personas sirias en las proximidades de las islas Chafarinas en agosto o la aparición de los cuerpos sin vida de un varón marroquí y otro egipcio en las playas de Melilla en diciembre.
Asimismo, CEAR ha defendido y sigue defendiendo la libertad de movimiento o circulación de las personas solicitantes de asilo.
Ha aclarado “que durante años se han visto confinadas en ambas ciudades (Ceuta y Melilla) a pesar de las numerosas sentencias judiciales que han reconocido tal derecho y, por tanto, la posibilidad de trasladarse a territorio peninsular. Sin embargo, como se explicó en sus anteriores informes anuales, ante esta arbitrariedad en no pocos casos llegaban a renunciar a la solicitud de protección internacional”.
Ha hecho hincapié también en que el año pasado en la ciudad de Ceuta se presentaron 133 recursos administrativos contra la inserción de la mención ‘válido solo en Ceuta’ en la documentación de las personas solicitantes de asilo y se tramitaron 77 recursos contencioso-administrativos ante el Tribunal Superior de Justicia de Madrid, que dictó 37 sentencias favorables para las personas solicitantes de protección internacional.
En este sentido, CEAR ha señalado que el número de solicitudes disminuyó de manera muy notable a causa del mayor control fronterizo que ejerce Marruecos.
En 2020, en Ceuta, 285 pidieron asilo, frente a las 579 del año anterior, y además cambiaron de manera sustancial las nacionalidades mayoritarias, que, según datos propios de CEAR, pasaron a ser Marruecos y Argelia.
Del mismo modo, la Comisión Española de Ayuda al Refugiado ha demostrado su gran preocupación por el cierre de fronteras, afirmando que esta medida va a repercutir de manera negativa a las personas más vulnerables (mujeres, menores,…).