Rue20 Español/ Casablanca
Parece muy raro, pero es lo que hay. Unos hacen la guerra en Ucrania, y otros la pagan diariamente e indirectamente. África es el gran perdedor, económicamente, de esta guerra. El Norte de África no es ninguna excepción. El Magreb paga también los platos rotos de esta guerra.
África del Norte padece las consecuencias de la guerra entre Occidente y Rusia en Ucrania. Esa es la ironía de esta guerra según Beata Javorcik, economista jefe del Banco Europeo para la Reconstrucción y el Desarrollo (BERD).
Javorcik lleva casi tres años como economista principal en esta institución fundada con la caída del muro del Berlín para ayudar a los países de Europa Central y del Este a tener una economía de mercado. Ahora, el BERD financia proyectos en 40 naciones de esa zona, pero también de Asia Central y África del Norte.
Con el motivo de la inauguración este martes en la ciudad de Marrakech la asamblea general de la institución, Javorcik comenta en una entrevista con EFE las perspectivas en un entorno volátil con la guerra en Ucrania como principal protagonista.
«El norte de África es como un espectador inocente, una región enormemente afectada por los altos precios de los productos agrícolas», aseguró Javorcik.
«Sus gobiernos se enfrentan a una elección muy poco atractiva: ¿continúan aplicando subsidios a los alimentos para evitar el malestar social, a costa de una tensión en los presupuestos nacionales y en la sostenibilidad externa? Los precios de la comida y la energía suben y sus monedas están más débiles. Eso es un doble golpe. Lo que se necesita en estos países es proteger a los hogares pobres del «shock». Los gobiernos se plantean ayudar al más pobre, la cuestión es: ¿habría que limitar la población elegible para acogerse a los productos subsidiados? Pero hacer eso sería políticamente muy impopular», explicó.
Insinúa que los gobiernos de la región no tienen más remedio que controlarse los precios para evitar el malestar social.
«Los precios de los alimentos estaban muy altos en 2008 y en ese momento hubo revueltas en cuarenta mercados emergentes. En ausencia de ayuda externa siempre hay riesgo de que los países se vuelvan más represivos. Porque, o subsidias para mantener a la gente tranquila, pero para ello necesitas dinero y ayuda externa, o te vuelves más represivo. En cualquiera de los dos casos es una perspectiva muy poco atractiva», aclaró.
«La ironía de esta guerra es que el norte de África tiene más posibilidades de sufrir una crisis que Rusia. No una recesión, sino una crisis de intercambio comercial o de deuda externa. Mientras, Rusia está en recesión pero no sufre una crisis financiera», concluyó desde la ciudad marroquí Marrakech.