Rue20 Español/ Mequínez
Argelia advirtió el pasado miércoles que «cualquier envío de gas natural argelino entregado a España, cuyo destino no sea el previsto en los contratos, será considerado como un incumplimiento de los compromisos contractuales y, en consecuencia, podría dar lugar a la rescisión del contrato que vincula a Sonatrach con sus clientes españoles».
Para evitar mayores problemas, la ministra de Transición Ecológica de España, Teresa Ribera, aseguró que “ni una sola molécula del gas que llegue a Marruecos procederá de Argelia”, insistiendo en que España debe tener “buenas relaciones con ambos vecinos”.
“El acuerdo que ponemos a disposición en términos comerciales son las infraestructuras para Marruecos, pero con la condición indispensable de que sea Marruecos quien contrata el gas natural licuado en el volumen por ese tubo, en sentido inverso, norte-sur, y que sea transparente y público el origen de ese gas y el sitio donde se desembarca ese gas para que estemos seguros de que el volumen, la procedencia y el destino cumple con ese compromiso con Argelia”, dijo la ministra española Ribera.
Pero, según revelaron al periódico El Independiente fuentes del sector energético, no es posible hacerla.
“La versión del Gobierno es difícil de asumir y el país africano es consciente” por lo que las mismas voces no descartan que “Argel endurezca el mensaje y vuelva a amenazar con cortes de suministro”, informó el periódico español.