Rue20 Español/ Mohammedia
Tanto va el cántaro argelino a la fuente que al final se rompe. El régimen militar argelino no deja de exponerse con frecuencia a las ocasiones de peligro. Así tarde o temprano quedará atrapado en ellas.
Tanto iba el cántaro argelino a la fuente hispano-marroquí, provocando el llamdo Caso Gali, que al final se rompió cuando le salió el tiro por la culata.
El Caso Gali no ha salido como esperaba el régimen argelino. Los generales lo han provocado esperando un resultado positivo y, no sólo no han conseguido el resultado que esperaban sino que además el resultado ha sido todo lo contrario a lo que habían soñado.
El veneno argelino derramado en el vaso hispano-marroquí el día 18 de abril de 2021, metiendo clandestinamente a Brahim Gali, presunto líder del Polisario, en España, causó efectos contraproducentes. Diez meses después llegó la reconciliación entre ambos Reinos de la mejor manera: España respalda el Plan de Autonomía para el Sáhara planteado por Marruecos desde 2007.
Ahora el régimen argelino repite el mismo error de una manera distinta. Un régimen que no aprende ni contempla las lecciones del pasado su cántaro está destinado a romperse.
Argelia, a sabiendas de que Madrid no vendería gas argelino a Rabat, volvió ayer a amenazar a España con cortarle el gas si el Gobierno español lo pusiera a disposición de Marruecos.
Marruecos ya tiene decidido cuáles serán sus clientes. España también sabe de dónde vendrá el gas comprado por Marruecos para ser regasificado en la Península Ibérica antes de que sea trasladado (a Marruecos) a la inversa por medio del gasoducto Magreb-Europa. Argelia sabe esto, pero prefiere amenazar y presionar a los demás para el consumo interno.
La táctica de crear problemas exteriores le viene como anillo al dedo para el régimen argelino. Una manera de tapa los fracasos internos y impedir que la luz de la libertad entre por la ventanas de Argelia.
No es que Argelia no quiere cortarle el gas a España, sino no puede. Para el régimen argelino es muy fácil romper los contratos internacionales, pero no puede aguantar su coste. Los generales saben que acabarán pagando los platos rotos de sus propias decisiones. Sin la venta del gas, la supervivencia del régimen está en el aire.
Por el momento opta por la prudencia y el diálogo para no tensar más la cuerda con Argelia.
La vicepresidenta tercera del Gobierno español, Teresa Rivera, durante la conferencia de prensa las líneas maestras del Plan Hidrológico del Guadalquivir hoy, no mordió la lengua acerca de las amenazas de Argelia de romper el contrato de gas con España si parte de ese gas argelino se desvía a Marruecos.
La ministro tranquilizó a los argelinos prometiendo la «absoluta transparencia» sobre el origen del gas que llegue a Marruecos, que será originario de terceros países y nunca de Argelia, según informó EFE.
Rivera rechazó tácitamente la politización y la polemización del nuevo acuerdo comercial gasístico entre Marruecos y España. «relación estrictamente comercial» y que Marruecos solicitó a España utilizar las infraestructuras, tanto las plantas de regasificación como el gaseoducto, para poder emplearlos como base logística con la que hacer llegar gas a su territorio, explicó la misma fuente.
«Desde el primer momento le hemos trasladado a Marruecos lo importante que es poder acreditar todos estos extremos, y en principio Marruecos ha anunciado que a lo largo de las próximas semanas llegará el primer metanero», ha insistido Rivera, quien también ha garantizado que habrá el mismo volumen de llegada y de salida de gas.
El Gobierno español sigue aguantar la presión argelino, pero, ojo, la cuerda se rompe de tanto tensar.
