Rue20 Español/ Casablanca
No reveló todo el contenido de su conversación con el rey de Marruecos, Mohamed Sexto, pero desveló un detalle y gesto amable del rey hacia él y la Iglesia. El Cardenal de Rabat y presidente del episcopado del norte de África, el español Cristóbal López, no mordió la lengua, desvelando algunos detalles de sus conversaciones especiales en Marruecos.
El cardenal de Rabat reconoció que mantuvo una conversación durante casi 30 minutos de hablar con el rey Mohamed VI. “Sí, una vez en una audiencia de media hora. Me dijo: “Pídeme lo que haga falta, yo estoy a disposición, estamos contentos de que ustedes estén aquí”, dijo el Cardenal en una entrevista concedida ayer al diario ‘Ara”.
También elogió la amabilidad del Pueblo marroquí, señalando que en Marruecos se siente como si estuviera en casa. “Llevo la cruz por la calle y lo peor que me han dicho fue un adolescente que pasaba por mí lado: ‘Aquí somos todos musulmanes’. Pero he recibido muchas sonrisas de amistad. No todos los países son como Marruecos, en otros los cristianos lo pasan peor. Tenemos una libertad por la que damos gracias a Dios y también al rey”, afirmó.
Ser católico en Marruecos nunca ha sido un problema. Aquí conviven todas las religiones, culturas y lenguas sin problemas. “Somos 30.000 católicos en medio de 37 millones de musulmanes. Tenemos completa libertad de culto. La ley permite que un marroquí se haga cristiano, porque Marruecos ha firmado la declaración de los derechos humanos que habla de la libertad religiosa”, explicó.
Por otra parte, el Cardenal es consciente de que la sociedad marroquí es conservadora en sus percepciones de algunos temas como el cambio de religión. “Pero la sociedad no está preparada, porque, si un marroquí se hace cristiano, puede ser que la familia lo rechace, que lo despidan del trabajo o que los amigos lo persigan”.
Las palabras de uno de los más destacados candidatos a sustituir al Papa Francisco son muy significativas. Y su larga trayectoria entre Europa, América Latina y África da más valor y peso a sus reflexiones.