Rue20 Español / Fez
Meryem Ghoua
La escritora hispano-marroquí aparece de nuevo en un artículo publicado ayer por Infolibre poniendo en valor historias de personas sobre las que no está acostumbrada a escribir y promoviendo la pluralidad de la sociedad.
Desde hace unos años, la inteligencia artificial es capaz de crear obras literarias basándose en la forma de escribir de autores y autoras consagradas como Tolstoi, Jane Austen, Haruki Murakami, J. K Rowling, etc.
Sin embargo, para la ganadora del Premio Nadal, esta inteligencia es incapaz de formar un relato propio.
«La literatura no puede representar solo a la mitad de la humanidad», afirmó El Hachmi.
Para Najat, la literatura es una manifestación artística basada en el uso de la palabra y del lenguaje tanto escrito como oral. Asimismo es el nombre de una materia académica y el nombre de la teoría que estudia las obras literarias.
Es un arte que entretiene y enseña y convierte textos, escritos, pensamientos, ideas, obras, en una forma de comunicación artística. También se puede ver como una práctica de escritura.
La literatura forma parte de las expresiones culturales de un determinado periodo, región, país, idioma, contexto, así como, también puede referirse a un conjunto de obras que tratan sobre un tema o área determinada.
«La literatura escapa de ese control y no forma parte del bombardeo constante que nos llega tanto a través de los medios digitales como de la televisión. Yo diría que la ficción es más necesaria que nunca porque te permite matizar y escapar de ciertos encasillamientos», desveló Najat El Hachmi.
Asimismo, la literatura es un discurso privilegiado a la hora de leer, pensar y entender la identidad. La propia, la ajena, la construcción subjetiva de los mundos que a cada uno representan y se presentan como verdaderos, posibles, o reales.
La escritora hispano-marroquí afirma que la literatura no sólo representa la identidad cultural de la comunidad o colectividad desde donde emerge, sino que ella misma crea identidad.
De hecho, la correlación literatura-identidad, para que se torne productiva en términos de crítica literaria y cultural, hay que inscribirla en un horizonte político de comprensión; esto en la medida en que el reclamo por identidad y, sobre todo, el reclamo por una práctica textual literaria que problematice la identidad, no sería sino, en definitiva, una práctica política de visibilización que implica desafiar discursos e ideologías complacientes con estereotipos «oficiales» y/o con la negación radical del sujeto subalterno desde instancias de dominación, según declaró Revistas Uach.
«Estoy convencida que las disciplinas artísticas, a través de sus creaciones, tienen el poder de construir ese imaginario. Cuantas más visiones distintas tengamos sobre nuestra vida en común o colectiva, mejor será el reflejo de su complejidad. Las identidades encerradas en sí mismas, estancas, excluyentes y esos discursos maniqueos tienden a una simplificación muy peligrosa», subrayó El Hachmi.
Por otro lado, el idioma fue un elemento muy importante, ya que ella venía de una sociedad donde se hablaba una lengua de tradición oral y la primera lengua que aprendió escrita fue el catalán, porque la escuela ya estaba en el programa de inmersión lingüística.
Por lo que, la reflexión sobre la lengua es muy importante para escribir ya que es para la identidad, según El Hachmi.
«El placer del multilingüismo no solamente consiste en poder expresarte en distintos idiomas sino en los viajes que se hacen de uno a otro y la reflexión que comporta el tener que traducir o encontrar correspondencias. Eso forma parte de mi identidad y de la de muchísimas personas», dijo El Hachmi.
Cabe destacar que Najat El Hachmi es una escritora rifeña (amazigh) que escribe en castellano, pero su literatura nunca dejó de ser marroquí.