Rue20 Español / Alhucemas
Mohamed Charbi
Los pasos fronterizos de las ciudades ocupadas de Ceuta y Melilla permanecen cerradas desde el 13 de marzo de 2020 debido a la pandemia de la Covid-19 y, hasta el momento, no se han dado las condiciones necesarias para su reapertura.
En este contexto, el Gobierno español ha asegurado hoy que trabaja «con todos los escenarios posibles» para la reapertura de las fronteras de las ciudades ocupadas de Ceuta y Melilla.
Ha reiterado también que «el restablecimiento de la normalidad del tráfico de personas y mercancías es una prioridad«.
No obstante, en una respuesta parlamentaria al senador de Compromís, Carles Mulet, el Ejecutivo de Pedro Sánchez ha señalado que por el momento «no se ha adoptado una decisión» respecto a la fecha concreta de dicha reapertura.
Ha indicado también que en el caso de que se abrieran las fronteras, «siempre de acuerdo con la normativa que marca el Código de Fronteras Schengen y las autoridades sanitarias», según ha informado El Faro de Melilla.
Por otro lado, el Ejecutivo de España ha recalcado que siguen trabajando «por definir unas relaciones con Marruecos a la altura del siglo XXI, basadas en la confianza, la transparencia, el respeto mutuo y el cumplimiento de los compromisos adquiridos», subrayando que España desea mantener la mejor relación de vecindad posible con Marruecos, como socio estratégico.
Señalando al mismo tiempo que están tratando de fomentar y articular mecanismos de colaboración y cooperación con el Reino de Marruecos.
Es de recordar que España ha prorrogado el cierre de las fronteras con Marruecos, que permanecerán cerradas, al menos, hasta el 31 de marzo de 2022.
Por su parte, en el marco de preservar los esfuerzos desplegados por el Reino de Marruecos desde el inicio de la crisis sanitaria, Marruecos ha decidido prorrogar el estado de emergencia hasta el 31 de marzo de 2022.
Según el portavoz del Gobierno, Mustafa Baitas, este decreto garantizará la eficacia y eficiencia de las medidas adoptadas por las autoridades públicas marroquíes destinadas a contener la propagación de variantes del virus.