Rue20 Español/ Mohammedia
Los resultados y los números están ahí. Marruecos es uno de los pocos países que han sabido gestionar la mayor crisis sanitaria en el último siglo. Las autoridades marroquíes lograron controlar la pandemia sin descontrolar la economía para salir con menos efectos negativos.
Los nuevos casos de infección por Covid-19 han caído radicalmente a menos de 100. Las recuperaciones se han triplicado. Ayer por ejemplo se registraron 396, según el Ministerio de Sanidad y Protección Social.
Los beneficiarios de la primera dosis de vacunación ascendieron a 24.765.480, y los que recibieron la segunda llegaron a 23.225.406, precisó el ministerio en su boletín diario sobre la situación epidemiológica de Covid-19, antes de agregar que las personas que recibieron tres dosis alcanzaron 5.932.065, según la misma fuente.
La estrategia marroquí ha sido elogiada por el Cardenal de Rabat, Cristóbal López, en una entrevista concedida ayer al diario de Tarragona. El Cardenal estuvo de visita a la Parroquia Sant Bernat Calvó de Reus el pasado 1 de marzo.
“Ha habido una muy buena gestión de parte del Gobierno (marroquí) y una reacción muy favorable de muchísimos ciudadanos que se han volcado en solidaridad hacia los más vulnerables”, afirmó el Cardenal quien mantiene unas muy buenas relaciones con el Papa Francisco.
También explicó como trabajo con su staff para ayudar a los necesitados durante la pandemia. “Nos hemos encontrado a muchas personas literalmente en la calle, sin casa, sin trabajo, sin amigos… y eso nos ha ayudado a remover las conciencias, a explotar la solidaridad de las personas y salir al encuentro de aquel que está en necesidad y ser una Iglesia samaritana”, explicó.
Además, se explayó sobre la buena relación mantenida tanto con la Administración como con el pueblo marroquí.
“Me recibieron como una persona que fue a trabajar por ellos, con ellos y no para ellos. Fue un tiempo de conocimiento mutuo y acabamos estableciendo una relación de amistad muy positiva, tanto que yo suelo decir que hay musulmanes que estarían dispuestos a dar su vida por mí, como yo también por ellos. No encontré absolutamente ninguna actitud negativa de rechazo, mucho menos aún de desprecio”, aclaró.
Cristóbal López reconoció que sus primeros contactos con Marruecos no arrancaron con su nombramiento como Arzobispo de Rabat en 2017, también había trabajado antes en Kenitra.
“Acabé de ser director de la escuela Don Bosco de Kenitra, me mandaron a Bolivia y al regresar a España alguien se acordó de mí y me nombraron arzobispo de Rabat. Entonces, tuve otro tipo de experiencias más amplias en el campo pastoral, cultural e incluso político. Tengo mucho contacto con los embajadores de distintos países y también con autoridades del gobierno marroquí”, evidenció.