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La Agencia Federal de Noticias de Rusia informó ayer lunes que el cierre del Gasoducto Magreb-Europa (GME) por parte de Argelia causó grandes pérdidas financieras para esta última.
La misma fuente indicó que Argelia tiene problemas técnicos relacionados con sus proyectos de ampliación de la capacidad del gasoducto «Medgaz», lo que ha provocado un aumento en el costo de su transporte, además del aumento de la demanda y el agravamiento de la crisis energética en España y en toda Europa.
La agencia de noticias rusa destacó también que España acusa a Argelia de no respetar su promesa de suministrarle gas en cantidades suficientes, señalando que Argelia, a pesar de su compromiso de asegurar exportaciones de igual volumen, se ve obligada actualmente a duplicar el número de buques metaneros que no habría utilizado si hubiera mantenido activo el gasoducto GME.
Desde el cierre del GME, las autoridades españolas informan que hay frecuentes interrupciones en la cadena de suministro a causa de soluciones alternativas propuestas por Argelia.
Actualmente, España está buscando a otros proveedores, especialmente de los Estados Unidos, para que su economía no dependa de una fuente energética no fiable, sobre todo en el contexto actual donde los precios de gas están aumentando, amén de las dificultades de suministro asociadas al conflicto ruso-ucraniano.
Cabe recordar que el primer ministro portugués, Antonio Costa, ha insistido en que hay una nueva red de gasoductos entre Portugal, España y Francia capaz de exprimir todo el potencial español y portugués de reclasificación, que es el mayor de la UE.
Por su parte, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, ha asegurado que España está dispuesta a resucitar el proyecto del gasoducto Midcat, pero siempre que pueda transitar el hidrógeno por la nueva infraestructura, según el diario El Mundo.
En el mismo sentido, el presidente de la principal organización patronal de Catalunya -Foment-, Josep Sánchez Llibre, ha asegurado que la guerra en Ucrania obliga a Europa a buscar la «independencia energética de Rusia», para lo que el proyecto «más viable» es la construcción del gasoducto Midcat, con el que España puede convertirse en ‘hub’ gasístico del sur de Europa.
El gasoducto Midcat es un proyecto que pretendía generar una conexión de miles de millones de metros cúbicos, según defiende Foment, procedente de las plantas regasificadoras que utilizan el licuado que viene a través de Estados Unidos.
Este tubo está construido en la actualidad hasta Hostalric, a unos 30 kilómetros de la ciudad de Girona, pero quedó aparcado en 2019.
