Rue20 Español/ Mohammadia
Sánchez es el gran diseñador de la política exterior española por el momento. Es verdad que está política está influenciada por la visión de sus socios comunistas, republicanos y separatistas al mundo, al Magreb y a Marruecos. Pero la última palabra la tiene Sánchez.
Sin embargo, hay otro hombre de confianza de Sánchez que desempeña el rol de facilitador y amortiguador. El ministro de asuntos exteriores, José Manuel Albares, es el encargado de disminuir los efectos de los choques y las sacudidas sanchista y podemistas.
Algunos círculos españoles creen que Marruecos se resiste a normalizar sus relaciones diplomáticas con España. Para su parte Marruecos pide a sus homólogos españoles más claridad.
«Hemos dejado atrás una crisis y ahora caminamos decididamente hacia una relación sólida. Esto necesita un tiempo y una discreción que se acompasan mal con la rapidez y con la publicidad permanente de los tiempos mediáticos», dijo Albares en una entrevista concedida anteayer a La Vanguardia.
También mandó un guiño a Argelia. Albares reconoce que la escalada en Ucrania y las sanciones a Rusia pueden repercutir en el suministro de hidrocarburos a Europa, pero cree que Argelia puede garantizar el gas a Madrid.
«Desde luego, esa es una posibilidad. Rusia es uno de los grandes proveedores de gas y petróleo de Europa. España no depende de Rusia. Nuestro mayor proveedor de gas es Argelia. Viajé hace unos meses a Argel. Tenemos una extraordinaria asociación estratégica con ese país. Con Argelia el suministro está garantizado. Nuestro segundo proveedor es Estados Unidos, un estrecho aliado. Pero hay dos mensajes que quisiera trasladar con claridad. Primero: Europa tiene músculo económico para ganar este envite. Segundo: mientras se discuten las sanciones, estamos preparando un paquete de medidas compensatorias para paliar el impacto que pueda haber en nuestras economías y en los sectores que resulten más afectados», afirmó.