Rue20 Español / Mequínez
Según un reciente estudio realizado por Mourad Errasfa, -Catedrático de Farmacología, Laboratorio de Epidemiología e Investigación en Ciencias de la Salud en la Facultad de Medicina y Farmacia de Fez (Marruecos)-, en que compara la situación de la pandemia de la Covid-19 entre los países de Europa Occidental y los del norte de África, principalmente Marruecos, la incidencia del cáncer y enfermedades neurodegenerativas, así como el consumo de alcohol asociado con patologías crónicas y metabólicas, marcan diferencias entre ambas regiones.
Según Errasfa, antes de la llegada de las vacunas, «a las curvas de contagio por coronavirus le siguieron oleadas de muertes, especialmente durante los primeros meses de 2020; período durante el cual comenzamos a comprender la fisiopatología de la enfermedad Covid-19 y los tratamientos farmacológicos que eran necesarios para tratar a los pacientes».
Los países de Europa Occidental han experimentado un número de muertes por Covid-19 (promedio de 1.684 muertes por millón de habitantes), casi siete veces más fuerte que el encontrado en Marruecos (247 muertos por millón de habitantes), según los datos ofrecidos por el Catedrático de Farmacología marroquí al diario Rue20.
Desde el inicio de la pandemia, los ancianos han sido el segmento de la población más afectado por el coronavirus.
De acuerdo al estudio antes citado, el segmento de la población anciana (mayores de 65 años) representa alrededor del 20% en todos los países de Europa Occidental, mientras que en Marruecos solo representa el 7,3%. Y la tasa de natalidad anual (2019) en los países de Europa occidental es de 8,7 por cada 1000 habitantes de media, mientras que en Marruecos es de 18,1.
«La población menor de 54 años representa alrededor del 67% en Europa Occidental, mientras que esta cifra ronda el 85% en Marruecos», según los resultados del estudio.
Estos datos demográficos podrían explicar en gran medida la baja incidencia de mortalidad por Covid-19 en Marruecos en comparación con la población de Europa occidental.
Por otro lado, las personas que presentaban comorbilidades y otras enfermedades crónicas (cáncer, enfermedades cardiovasculares y neurológicas, diabetes, insuficiencia renal, etc.) también fueron las más afectadas por el virus.
En lo que se refiere al consumo de alcohol, el informe muestra que es casi 25 veces mayor en Europa que en Marruecos.
«Esto lógicamente podría tener un impacto en ciertas enfermedades crónicas como el cáncer y, en consecuencia, en la mortalidad asociada a varias enfermedades relacionadas con el alcohol», explica Errasfa en su estudio.
El estudio concluye que existen otros factores que «podrían estar involucrados en la inmunidad general, como la dieta de cada población, que está detrás de la calidad de la microbiota intestinal; un factor clave en la inmunidad y defensa contra enfermedades infecciosas en particular».
