Rue20 Español/Rabat
La «nueva Argelia» es un eslogan engañoso, una mentira que no engaña a los argelinos, según el periódico «Le Matin d’Algérie».
La «nueva Argelia» es un eslogan engañoso, una mentira, que no engaña a los argelinos, a pesar de la exageración mediática y la propaganda oficial transmitida por los medios de comunicación a sueldo de los grupos de interés», afirma el periódico en un artículo titulado «-Al-Djazaïr Al-djadida-, la nueva Argelia de Tebboune».
El medio señala que «la Argelia de la versión de Tebboune es la del sistema político-militar».
«De hecho, unos pequeños cambios en el personal político, supervivientes de la guerra de clanes, con la presencia del Frente de Liberación Nacional, la Agrupación Democrática Nacional, Hamás y otras estructuras prefabricadas para disfrazar ciertas decisiones absurdas, y listo: ha nacido una nueva Argelia!
Añadió que Argelia, de la que se enorgullecen los medios de comunicación pesados y los relés de propaganda oficial, está atrapada en la triste realidad a la que se enfrentan los argelinos, con ciudadanos que corren detrás de una lata de aceite y una bolsa de leche…
En la actualidad, más de 330 detenidos políticos viven una pesadilla permanente, denunció el autor del artículo, quien señaló que el último recurso para denunciar esta injusticia, una huelga de hambre ilimitada iniciada desde el 28 de enero por los encarcelados en la prisión de El-Harrach.
Recordó que pronto se cumplirán tres años desde que comenzó la revolución en un gigantesco estallido de esperanza de grandes cambios, pero sólo la sociedad argelina, que se había movilizado como un solo hombre contra el sistema político más complicado del mundo, está sufriendo un retroceso.
El mismo afirmó que «los responsables de la toma de decisiones se entregan al autoritarismo, caracterizado por comportamientos inaceptables como la represión, el empobrecimiento y el control sistemático de la sociedad».
Según él, esta política totalitaria se expresa a través de las detenciones, la restricción de las libertades individuales, la prohibición de determinados grupos políticos, la manipulación de los medios de comunicación y la gestión anárquica de productos de primera necesidad como la leche, el aceite y el pan.
El autor deplora que este mecanismo infernal haya afectado a la moral de los argelinos. Map