Rue20 Español/ Rabat
La promoción del acceso a la atención para los refugiados en Marruecos, particularmente en materia de salud mental, fue, el miércoles, el centro de un taller de reflexión organizado por la Asociación Marroquí de Planificación Familiar (AMPF), bajo el lema «La salud mental en el contexto de la migración mixta: desafíos y oportunidades».
El encuentro, celebrado en colaboración con la Embajada de Japón en Marruecos y la representación del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) en Rabat, ofreció la oportunidad de debatir los desafíos y las perspectivas de la salud mental de los refugiados y migrantes.
También se trató de esbozar el proyecto humanitario de la AMPF y de intercambiar ideas sobre las medidas conjuntas que debían adoptarse en 2022, para garantizar un mejor acceso al asesoramiento y el bienestar de esta categoría.
La presidenta delegada de la AMPF, Latifa Jamai, indicó en una declaración a la MAP que los refugiados y los migrantes se enfrentan, en los países de acogida o de tránsito, a numerosos problemas, especialmente los trastornos psíquicos y psiquiátricos.
La representante adjunta del ACNUR, Bettina Gambert, subrayó que la pandemia de Covid-19 había agravado las vulnerabilidades, sobre todo entre los refugiados en Marruecos, que habían perdido todo punto de referencia para la integración social y económica.
En un discurso pronunciado en esa ocasión, Takashi Shinozuka, embajador del Japón en Marruecos, se felicitó de la organización del taller y destacó que Marruecos, como país anfitrión, de tolerancia y de convivencia es codiciado por los refugiados y migrantes frágiles que buscan una vida decente y digna, incluida la salud mental. MAP