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Meryem Ghoua
Después de un año inolvidable y tras volver a respirar un poco, el sector turístico en Marruecos está registrando una vez más una pérdida a causa del cierre de las fronteras y la variante Ómicron.
Tras la decisión de Marruecos de suspender todos los vuelos internacionales de pasajeros al Reino, a partir de ayer lunes, y durante dos semanas, para impedir la propagación de la variante Ómicron, el sector turístico tiene miedo de pasar un año igual que 2020.
Según Zoubir Bouhoute, experto en este sector, este año la actividad empezó a mejorar a partir del 15 de junio, cuando Marruecos retomó la llamada Operación Marhaba para posibilitar a sus residentes en el extranjero volver a su país con el fin de pasar las vacaciones, según informó el sitio digital «Hosteltur».
«Ahora (con el cierre de las fronteras) todo el trabajo hecho se ha disipado y hemos vuelto al punto cero», aseguró Bouhoute.
«Estamos en estado de shock, únicamente hemos trabajado tres meses este año. Ahora vamos a volver a nuestras casas y esperar a ver qué va a pasar después», confirmó al sitio un profesional del sector turístico.