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lunes, enero 27, 2025

Historia de la Gran Mezquita de París, una propiedad marroquí

 

Rue20 Español/Rabat

Jillali El Adnani

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La historia de la Gran Mezquita de París, propiedad del Reino de Marruecos, está marcada por un olvido persistente y rodeada de secretos sobre las circunstancias de su fundación y la apropiación ejercida por Argelia sobre este lugar de culto. No obstante, su estatuto jurídico, vigente desde 1917, sigue siendo una prueba irrefutable del papel central de Marruecos en los aspectos territoriales, arquitectónicos y espirituales. Esta es la crónica de una usurpación argelina, relatada por historiadores y respaldada en los archivos.

De 1917 a 1957, la Gran Mezquita de París estuvo dirigida por dos destacadas personalidades marroquíes: Kaddour Ben Ghabrit, visir y subsecretario de Asuntos Jerifianos, y su sobrino Ahmed Ben Ghabrit. Estos dos altos funcionarios, estrechamente vinculados a la historia del Reino, dejaron su impronta en la gestión y el prestigio de la mezquita. Esta continuidad marroquí también se reflejó en la figura de Mammeri, propuesto por el secretario de Estado de Asuntos Exteriores para el cargo de rector.

Sin embargo, en 1957, se produjo un giro controvertido con el nombramiento unilateral de Hamza Boubakeur, el 18 de mayo, por parte de los ministerios del Interior y el presidente del Consejo francés. Esta decisión, considerada abusiva, motivó una reacción oficial de Marruecos: una carta de protesta enviada en agosto de ese mismo año por el ministro de Asuntos Exteriores. Este gesto refleja la determinación del Reino por defender su legado y preservar el vínculo histórico que lo une a la Gran Mezquita de París.

La Gran Mezquita de París pertenece a la Sociedad de Habices y Lugares Santos, una institución fundada en el Palacio Real de Rabat bajo el patrocinio del sultán Moulay Youssef. Fue este mismo sultán quien, en 1922, ordenó el inicio de las obras, encargo que delegó en su representante, el residente general Hubert Lyautey. En julio de 1926, la inauguración, celebrada con gran solemnidad, inmortalizó esta obra arquitectónica y espiritual. El evento quedó registrado con detalle en el libro de René Weiss, publicado en 1927: «Réception à l’Hôtel de Ville de Sa Majesté Moulay Youssef, Sultan du Maroc, Inauguration de l’Institut Musulman et de la Mosquée» (Imprimerie Nationale, 1927).

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Inauguración de la Gran Mezquita de París por el sultán Moulay Youssef y el presidente Gaston Doumergue (Tercera República Francesa) el 15 de julio de 1926.

Los falsos estatutos frente a la verdad del título de propiedad

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A lo largo del tiempo, se han presentado falsos estatutos para intentar ocultar la realidad de una adquisición legítima. Sin embargo, la historia y los archivos confirman una verdad inapelable: el acta notarial de 1922 consagra la propiedad de la mezquita a la Sociedad de Habices y Lugares Santos, representada por Si Kaddour Ben Ghabrit, visir y canciller de los Órdenes Jerifianos. Este documento, firmado entre el presidente de la Sociedad y la Ciudad de París, se sustenta en una subvención de un millón quinientos mil francos, que permitió la compra del terreno del antiguo hospital de la Pitié.

Pierre Justinard corrobora esta verdad en sus escritos: «La Ciudad de París concede a la Sociedad de Habices de los Lugares Santos del Islam una subvención en forma de un cheque de un millón quinientos mil francos, que permitió a Si Kaddour Ben Ghabrit, en su calidad de presidente, adquirir el terreno del antiguo hospital de la Pitié. El acta notarial entre Si Kaddour Ben Ghabrit y la Administración de Salud Pública otorgó así al Islam la propiedad inalienable del terreno en cuestión». (Pierre Justinard, Mosquée de Paris, Mémoire de fin d’études, Archivos ANOM, Aix-en-Provence, p. 26).

Una nota histórica anuncia la ceremonia del 19 de octubre de 1922 de la siguiente manera: «Tengo el honor de recordar al señor Presidente del Consejo que el primer golpe de azadón en el lugar destinado al «Mihrab» debe ser dado el 19 de este mes por el Mariscal Lyautey, acompañado de personalidades musulmanas de Marruecos, Argelia y Túnez. Las invitaciones han sido enviadas por la Sociedad de Habices y Lugares Santos del Islam».

Ese día, Lyautey envió una carta al sultán Moulay Youssef relatando ese momento histórico: «Cuando pronuncié el Nombre de Su Majestad Jerifiana, fue aclamado con entusiasmo por los presentes. El primer golpe de azadón lo dio el gran visir El Mokri (primer ministro marroquí), seguido por los miembros de las diversas nacionalidades musulmanas».

Cronología de una usurpación

La historia de la Gran Mezquita de París está marcada por maniobras destinadas a falsificar su marco jurídico y apoderarse de su patrimonio. Entre estos episodios destaca la creación ficticia de los estatutos de la Sociedad de Habices por parte de Hamza Boubakeur, tras una supuesta reunión de Asamblea General compuesta por miembros ficticios, entre ellos su propio guardaespaldas y miembros de su familia. Estas artimañas fueron rápidamente desenmascaradas, como señala Gilles Kepel:

«Aunque (Hamza Boubakeur) nunca perteneció a la Sociedad de Habices, afirmó haber presidido una “reunión” calificada como Asamblea General, celebrada en un lugar no especificado y con personas en su mayoría desconocidas para la Sociedad de Habices. Varios de los “miembros” de esta “Asamblea” declararon que nunca habían participado en dicho grupo. Otros no pudieron ser identificados ni por su dirección ni por su cargo. Detalle curioso: la supuesta Asamblea General incluía al hermano, al hijo y al guardaespaldas de Boubakeur, quienes, por cierto, eran los únicos identificables…». (Gilles Kepel, Les Banlieues de l’Islam, Seuil, 1991, p. 81).

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Falsos estatutos de la Sociedad de Habices y Lugares Santos redactados por Hamza Boubakeur con su guardaespaldas y miembros de su familia, quienes siempre permanecieron en el anonimato (1962). Archivos de Nantes, 1MA300, 14.

Este documento atestigua una usurpación sistemática, perpetrada desde 1958 y aún vigente en la actualidad. Refleja una historia en la que las falsificaciones y manipulaciones han prevalecido sobre el derecho y la memoria colectiva.

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Las autoridades francesas, influenciadas por las observaciones de François Mitterrand en 1954, entonces ministro del Interior, ya percibían la Gran Mezquita de París como un bastión del nacionalismo marroquí. En ella se oraba en nombre del sultán Mohamed Ben Youssef, exiliado por el protectorado. Para eludir los sólidos estatutos de la Sociedad de Habices, el Ministerio del Interior y el Consejo de Estado fomentaron en 1955 la creación de una asociación llamada Amigos del Instituto Musulmán, reforzada con nuevos estatutos en 1963.

Estos estatutos ignoraban deliberadamente a la Sociedad de Habices, legítima propietaria de la Mezquita. El artículo 12 establecía que el rector sería nombrado mediante una orden interministerial, firmada por varios ministerios franceses, pero no hacía ninguna referencia a los derechos históricos de Marruecos. Esta exclusión intencionada marcó el inicio de una amnesia institucionalizada.

Hamza Boubakeur fue aún más lejos al afirmar en 1962: «El Instituto Musulmán de la Gran Mezquita de París pertenece legalmente a Francia y no a la Sociedad de Habices» (París, 18 de octubre de 1962). Esta declaración fue utilizada para justificar la apropiación de la mezquita entre 1957 y 1982.

En 1958, en Argel, bajo el mando del general Jacques Massu, se celebró una reunión clandestina el 19 de septiembre en la que se aprobaron nuevos estatutos para la Sociedad de Habices. Entre ellos, el artículo 3 establecía: «Cualquier otra pretensión, reclamación o impugnación proveniente de un organismo público o privado, de una autoridad oficial o moral, o de un individuo ajeno a dicha asociación, tal como está reconstituida en virtud de los antiguos y nuevos estatutos, es nula y carece de validez de pleno derecho».

Esta disposición tenía como objetivo explícito excluir a Marruecos de la gestión de la Mezquita. Además, los nuevos estatutos especificaban que, en caso de disolución: «Todo el patrimonio de la Sociedad de Habices se repartirá entre las obras filantrópicas musulmanas argelinas y saharianas».

Documento de 1958: carta dirigida al general Massu, comandante en el norte de Argelia, que aún reconoce a la Sociedad de Habices como la legítima gestora de la Gran Mezquita de París.

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Acta de la reunión celebrada el 15 de septiembre de 1958 entre el general Massu, comandante de la zona norte argelina, y Hamza Boubakeur, director del Instituto Musulmán de la Gran Mezquita de París. (1958). Archivos de Nantes, 1MA300.

Estos mismos estatutos fueron adoptados nuevamente el 10 de abril de 1962 y certificados como válidos el 13 de julio del mismo año, consolidando así el control argelino.

El gobierno argelino continuó con esta política, eliminando todo vínculo con la obra marroquí y excluyendo a los representantes marroquíes y tunecinos de las decisiones. Claude Lebel, ministro plenipotenciario y director de Asuntos Marroquíes y Tunecinos, denunció esta manipulación en una nota dirigida al ministro del Interior en 1962:

«Por otro lado, la reaparición en Argel de un supuesto comité de la Sociedad de Habices y Lugares Santos, recreado desde cero para servir a los intereses del caso “dentro del marco de un procedimiento de urgencia”, merece destacar la escasa representatividad de los miembros no argelinos en dicho comité».

Esta cronología pone de manifiesto una política sistemática de usurpación, en la que falsificaciones y maniobras jurídicas buscaron excluir a Marruecos de un lugar que fundó, construyó y promovió.

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Documento del Ministerio del Interior de Francia que revela la falsificación utilizada por Hamza Boubakeur en el contexto del caso de la Gran Mezquita de París. Archivos de Nantes, 1MA300.

Boubakeur padre e hijo: los actores de una usurpación que persiste

El 26 de junio de 1966 se creó una nueva entidad: la Asociación para la Protección de los Intereses Culturales y Morales de la Comunidad Musulmana en Francia, regida por la ley de 1901. Esta asociación tenía como objetivo diluir el carácter gubernamental de la gestión de la mezquita, marginando al mismo tiempo a la Sociedad de Habices. Una asamblea compuesta por 10 miembros –3 representantes marroquíes, 3 argelinos, 3 tunecinos y un representante francés– respaldó esta iniciativa.

Sin embargo, con el paso de los años, el caso de la Gran Mezquita de París estuvo plagado de manipulaciones, culminando en una triste fecha en 1982: el rector Hamza Boubakeur cedió la dirección de la mezquita a Argelia a cambio de la restitución de sus bienes personales confiscados tras la independencia argelina. Este trueque simbolizó un nuevo intento de apropiación por parte de Argelia, iniciado ya en 1962 por el mismo individuo. No obstante, esta decisión no obtuvo consenso. Alain Boyer resume así la situación:

«La toma de control de la Mezquita por parte de Argelia fue inmediatamente cuestionada: ya el 21 de octubre de 1982, el gobierno marroquí presentó una nota de protesta… Los demás Estados musulmanes adoptaron una postura similar. Las autoridades francesas se negaron a reconocer cualquier validez al acuerdo alcanzado entre el Sr. Boubakeur y Argelia». (Alain Boyer, « L’Institut musulman de la Mosquée de Paris », CHEAM, 1993, p. 49).

Tras una gestión argelina encabezada por dos rectores vinculados al FLN, la mezquita pasó a manos de Dalil Boubakeur, hijo de Hamza Boubakeur. Nombrado rector en un contexto marcado por la década negra en Argelia y el aumento de la inseguridad en Francia tras 1992, Dalil Boubakeur perpetuó el controvertido legado de su padre. Entre Hamza, quien declaró la Gran Mezquita de París como propiedad del Estado francés y posteriormente la entregó al régimen de Argel, y Dalil, que reforzó los vínculos con Argelia, los papeles resultaron prácticamente intercambiables, reflejando una continuidad en la exclusión de la legitimidad histórica de Marruecos.

Es evidente que este lugar de culto, objeto de especial atención en la actualidad, se ha transformado con el tiempo en un centro de influencia al servicio del régimen de Argel. Hasta el punto de que la Gran Mezquita de París es vista como la verdadera embajada de Argelia en Francia.

(Fuente: Le360.ma. Traducido del francés por Rue20 Español).

 

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