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El Alto Comisionado para el Plan (HCP) de Marruecos estima un crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) del 3,8% para 2025, una mejora respecto al 3% proyectado para 2024. Esta previsión se basa en una recuperación moderada del sector agrícola y el mantenimiento del buen desempeño de las actividades no agrícolas.
El HCP, en su Presupuesto económico previsional 2025, destaca un aumento previsto de los impuestos y derechos sobre los productos netos de subvenciones del 5% en 2025, frente al 5,7% de 2024. En términos de valor, el crecimiento del PIB se aceleraría del 4,5% en 2024 al 5,9% en 2025, resultando en una inflación, medida por el índice implícito del PIB, del 2,1% en 2025, en comparación con el 1,5% previsto para 2024.
La mejora en el sector agrícola es crucial para esta proyección. Tras una campaña 2023/2024 marcada por un grave déficit pluviométrico que limitó la producción de cereales a 31,2 millones de quintales, se espera que la campaña 2024/2025 se beneficie de condiciones climáticas más favorables. El HCP estima un crecimiento del valor añadido agrícola del 4,1% en 2025, a pesar de una producción de cereales prevista por debajo de la media, tras una caída del 5% en 2024.
Este crecimiento agrícola se complementa con el dinamismo previsto en el sector pesquero, con un aumento del 6,5% en 2025 (frente al 3,8% estimado en 2024). En conjunto, el sector primario debería mejorar un 4,2% en 2025, aportando 0,4 puntos al crecimiento del PIB, tras una contribución negativa de 0,5 puntos en 2024.
El sector no agrícola, que creció un 3,8% en 2024, se espera que crezca un 3,6% en 2025. Este crecimiento se apoya en el continuo dinamismo de sectores como la construcción, la minería, la industria, el comercio, el turismo y el transporte. La actividad industrial, que representa el 59% del valor añadido secundario entre 2019 y 2023, crecerá un 3,7% en 2025, tras un 4% previsto en 2024.
En resumen, la previsión del HCP apunta a un crecimiento económico moderado pero positivo para Marruecos en 2025, impulsado por una recuperación del sector agrícola y la solidez de los sectores no agrícolas. Sin embargo, la previsión sigue dependiendo de factores como las condiciones climáticas y la evolución de la demanda internacional.
