Rue20 Español/Rabat
El 14 de enero, Marruecos celebra el Año Nuevo Amazigh (Yennayer) como fiesta nacional oficial, consolidando el reconocimiento de la cultura y lengua amazigh en la identidad nacional.
La decisión, tomada por SM el Rey Mohamed VI, equipara esta celebración con otras festividades nacionales como el Fatih Muharram y la víspera de Año Nuevo, otorgándole el mismo estatus y reforzando la importancia de la identidad amazigh en la construcción de un Marruecos moderno y diverso.
Esta decisión culmina una larga lucha por el reconocimiento de los derechos culturales y lingüísticos de los amazighes. Más allá de la simple celebración del calendario agrícola tradicional, simboliza un profundo cambio en la visión del Estado, que busca fortalecer la identidad nacional a través del reconocimiento de su diversidad cultural y el multilingüismo como pilares del desarrollo sostenible.
Yennayer, también conocido como «Hakuza» o «el año agrícola», es una tradición ancestral de los pueblos del norte de África, profundamente arraigada en la historia y el vínculo del hombre con la tierra.
Su oficialización consolida esta práctica social popular como un evento nacional, subrayando la visión de Marruecos como un país diverso y promoviendo la unidad en la coexistencia.
La celebración de este año permite evaluar los avances logrados en el ámbito amazigh desde el «Discurso de Ajdir» del Rey Mohammed VI, donde declaró que «lo amazigh es una responsabilidad nacional».
Desde entonces, se ha constitucionalizado el amazigh como lengua oficial y se ha promulgado la ley reguladora para su implementación en 2019.
La celebración del Año Nuevo Amazigh envía un poderoso mensaje tanto a nivel interno como externo. Internamente, fortalece el sentimiento de pertenencia a una nación diversa, promoviendo la cohesión social y la estabilidad política. Externamente, proyecta la imagen de un Marruecos reconciliado con su rica historia milenaria, tal como lo expresara el Rey Mohammed VI: «…Marruecos es atacado porque es un Estado antiguo, que se extiende por más de doce siglos, además de su larga historia amazigh…».
El movimiento por los derechos humanos y amazighes ha jugado un papel crucial en este proceso, abogando por un nuevo concepto de identidad nacional basado en la diversidad cultural y lingüística.
Sus reivindicaciones han coincidido con la visión de SM el Rey Mohammed VI, culminando en la integración del amazigh en las instituciones del Estado y su consagración en la Constitución de 2011.
La celebración del Año Nuevo Amazigh es un paso hacia la institucionalización de la diversidad y la pluralidad dentro de una identidad nacional unificada.
Con esta celebración, Marruecos renueva su compromiso con la construcción de una nación más justa e inclusiva, que celebre su rico pasado y lo proyecte hacia un futuro compartido más brillante.