Rue20 Español/ Fez
En Marruecos no había solamente judíos sefardíes. En un país donde vivían más de 250.000 personas judías, es difícil simplificar este asunto. Esta población incluye tanto descendientes de judíos sefardíes como comunidades judías presentes en Marruecos desde los siglos I y II de la era cristiana.
Como prueba de ello, existen judíos bereberes que todavía conservan tradiciones y legados de sus antepasados, pertenecientes a tribus bereberes, desde el Rif hasta las montañas del Gran Atlas.
A mediados del siglo XX, Marruecos contaba con la población judía más numerosa del mundo árabe. Este hecho generó tensiones entre el sultán Sidi Mohamed Ben Yusuf y el protectorado francés, dirigido por el Gobierno de Vichy. Marruecos se negó a entregar a los judíos marroquíes a los pro-nazis para que fueran deportados a campos de concentración, como ocurrió con los judíos de Europa.
El sultán declaró a los colonos: «En Marruecos solo hay marroquíes». Una frase que fue suficiente para salvar la vida de toda una comunidad, siempre considerada parte integral de las raíces de Marruecos.
Según recogió El Día, «Israel reconoce y recoge: Mohamed V salvó la vida de 250.000 judíos marroquíes. Hay más historia judeo-marroquí que la que ensalzan los (ex) Conjurados de Tánger: jaquetía y librería».
Es relevante destacar que, en 2011, Marruecos reconoció en su Constitución su herencia cultural hebreo.