Rue20 Español – Rabat
El encarcelamiento del escritor franco-argelino Boualem Sansal, crítico reconocido del régimen argelino, ha desatado una ola de indignación en el Parlamento francés. Sansal, detenido el 16 de noviembre en el aeropuerto de Argel y acusado de “atentado contra la integridad nacional”, se ha convertido en símbolo del deterioro de las libertades en Argelia.
Legisladores franceses han señalado que su arresto refleja la represión sistemática de un sistema político cada vez más autoritario.
Durante el debate parlamentario, se denunciaron las acciones del régimen argelino como un ataque directo contra las libertades fundamentales. Los legisladores destacaron que casos como el de Sansal forman parte de un patrón más amplio que incluye la persecución de periodistas, activistas e intelectuales. Este panorama, según los parlamentarios, no es solo una cuestión de derechos humanos, sino también una muestra de la profunda crisis institucional que atraviesa el país.
El Parlamento francés advirtió además sobre el impacto de las políticas represivas del régimen en la juventud argelina. Frente a un futuro marcado por la falta de oportunidades y la creciente represión, miles de jóvenes optan por emigrar en busca de una vida mejor. Mientras tanto, el aparato estatal argelino se enfoca en estrategias de confrontación, como la hostilidad hacia Marruecos, para desviar la atención de sus propios fracasos internos.
La política exterior de Argelia también fue duramente criticada en el debate. Los parlamentarios señalaron que el régimen utiliza conflictos y tensiones externas como herramienta para consolidar su control interno. Sin embargo, estas tácticas, lejos de fortalecer al país, lo aíslan aún más en la escena internacional, debilitando sus relaciones con aliados potenciales y profundizando su estancamiento político y económico.
El encarcelamiento de Boualem Sansal simboliza un momento crítico en la deriva autoritaria de Argelia. Para los parlamentarios franceses, este caso debe servir como una llamada de atención a la comunidad internacional para actuar en defensa de las libertades en el país. Francia, como vecino y socio histórico, tiene la responsabilidad de respaldar a los sectores argelinos que luchan por el cambio.
La situación actual en Argelia, marcada por la represión y la falta de liderazgo, plantea preguntas urgentes sobre el futuro del país. ¿Persistirá el régimen en su camino de aislamiento y autoritarismo, o será capaz de abrirse a reformas que respondan a las aspiraciones de su pueblo? La respuesta definirá el destino de Boualem Sansal y otros perseguidos, así como el futuro de una nación atrapada en una profunda crisis.