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Londres debe aprobar el lanzamiento de un nuevo proyecto de cable eléctrico submarino entre el Reino Unido y Marruecos, que podrá suministrar energía a nueve millones de hogares británicos.
La nueva conexión cuenta con el apoyo de importantes inversores: entre ellos, TotalEnergies, TAQA y la británica Octopus Energy, que ya han movilizado fondos.
El cable submarino de 4.000 kilómetros, destinado a suministrar electricidad verde a casi nueve millones de hogares británicos desde Marruecos, vuelve a ser noticia.
Liderado por Dave Lewis, expresidente de Tesco, este ambicioso proyecto tiene como objetivo transportar la energía renovable generada en las plantas solares y eólicas de Marruecos, especialmente en la provincia de Tantan, hasta la costa de Devon.
«A pesar de su ambición y su sólido apoyo financiero, solo queda un paso crucial antes de poder comenzar: la aprobación de las autoridades británicas», declaró al periódico The Guardian.
Este cable submarino, destinado a suministrar hasta el 8% de la electricidad de Gran Bretaña a partir de los recursos marítimos y solares marroquíes, podría empezar a alimentar la red en 2030.
Para ello, Xlinks, la empresa que está detrás de esta iniciativa, debe obtener un contrato que garantice un precio estable para la electricidad que suministrará.
Sin embargo, aunque el Gobierno británico ya ha designado el proyecto como de importancia nacional, la aprobación final sigue pendiente.
«Lewis, que tomó las riendas de Xlinks después de haber reflotado Tesco, ha invertido años de conversaciones con las autoridades británicas, pero aún tiene que convencer a los responsables políticos de la importancia de este proyecto para alcanzar los objetivos climáticos del Reino Unido, en particular la reducción de las emisiones de carbono en un 81% para 2035 en comparación con los niveles de 1990», señala la misma fuente.
Si se dan las condiciones, el proyecto podría ser la clave de la transición energética británica y un modelo para futuras colaboraciones internacionales en materia de energía verde.
Por el momento, el proyecto está a la espera del visto bueno del Gobierno para poder arrancar, sabiendo que los inversores están preparados: entre ellos, TotalEnergies, TAQA y la británica Octopus Energy, que ya han movilizado fondos para apoyar este ambicioso proyecto.
Si el apoyo de Londres se confirma, el Reino Unido podría ver materializarse uno de los mayores proyectos de infraestructuras energéticas transnacionales, un proyecto capaz de transformar la forma en que ambos países abordan la transición energética.
El proyecto podría así no solo contribuir al objetivo del Reino Unido de un sistema energético limpio, sino también reforzar la cooperación energética entre Marruecos y el Reino Unido, demostrando que el futuro de las energías renovables es un asunto internacional, según The Guardian.
