Rue 20 Español/Rabat
La majestuosidad de la Corona se refleja no solo en los actos oficiales, sino en los gestos cotidianos que humanizan la figura del monarca. París, bajo su gélido manto invernal, fue testigo de un instante familiar que ha recorrido ya los confines de las redes sociales. Una fotografía muestra al Rey Mohamed VI de Marruecos en una imagen que resume la esencia de la monarquía: cercanía y dignidad.
El soberano aparece junto a sus hijos, el Príncipe Heredero Moulay Hassan y la Princesa Lalla Khadija, paseando por las calles de la capital francesa. Con una calidez que contrasta con el frío ambiente, el Rey coloca con esmero un cálido pañuelo alrededor del cuello de su hija. Este gesto, cargado de simbolismo, refuerza el vínculo entre tradición y modernidad que caracteriza a la monarquía alauí.
La fotografía, que ya recorre las redes sociales, captura un momento de cercanía familiar que combina la sobriedad del protocolo real con la naturalidad de una familia moderna. En ella, el Rey Mohamed VI aparece junto a sus hijos mientras comparten una selfie. Este gesto sencillo, alejado de la formalidad habitual, muestra un lado humano y accesible del monarca, reforzando su conexión emocional con el pueblo marroquí. La elección del entorno parisino, con su simbólica riqueza histórica y cultural, subraya además el vínculo profundo entre Marruecos y Francia.
Según fuentes francesas, el monarca asistirá el próximo 7 de diciembre, acompañado por el Príncipe Heredero, al histórico acto de reapertura de la Catedral de Notre Dame, devastada por un incendio en 2019. El evento contará con la presencia de líderes internacionales como los presidentes estadounidense Joe Biden y Donald Trump, el Rey Carlos III de Inglaterra, el Rey Felipe VI de España, entre otros.
El acto no será únicamente una cita protocolaria, sino un encuentro de civilizaciones. Marruecos, que comparte con Europa un legado cultural milenario, vuelve a reafirmar su papel como puente entre culturas. Mohamed VI, con su reconocida sensibilidad hacia el arte y el patrimonio, representa un modelo de monarca que entiende la importancia de preservar no solo los monumentos, sino también la memoria histórica que nos une como humanidad.