Rue20 Español/Rabat
Tres personas acusadas por 25 de sus antiguos empleados vitivinícolas marroquíes comparecieron el martes ante el tribunal correccional de Libourne (Gironda), para responder a acusaciones de «trata de seres humanos» en fincas del viñedo de Burdeos.
Los dos principales acusados, una pareja de empleadores franceses de 54 y 42 años, al frente de una empresa de prestación de servicios vitivinícolas que actúa como intermediaria entre temporeros y bodegas, están acusados de «trata» y «sometimiento a condiciones de trabajo indignas». Su reclutador, un marroquí de 46 años, comparece únicamente por «trata».
Las víctimas, hombres y una mujer reclutados en Marruecos, habían pagado a los acusados entre 8.000 y 10.000 euros para venir a trabajar al viñedo entre enero de 2021 y enero de 2024.
A cambio, a estos trabajadores inmigrantes, de entre 20 y 40 años, se les había prometido un contrato de trabajo de cuatro meses pagado al salario mínimo, alojamiento y un permiso de residencia.
Según los investigadores, estas promesas nunca se cumplieron realmente: los contratos no se entregaron, las semanas de trabajo llegaban hasta las 62 horas sin compensación económica y nunca se proporcionaron permisos de residencia regulares.
Las víctimas también estaban alojadas en «condiciones contrarias a la dignidad humana», según la Inspección de Trabajo. A veces se amontonaban hasta 12 personas a la vez, sin colchones disponibles para todos, en dos pequeños apartamentos del centro de Libourne.
Los casos de explotación de trabajadores vitivinícolas inmigrantes, con mecanismos similares a los de las redes de tráfico de migrantes, se han multiplicado recientemente en el viñedo de Burdeos, siendo el fiscal de Libourne quien lo ha convertido en «una de sus prioridades».
Varias personas han sido condenadas a penas de prisión en su distrito o en el del fiscal de Burdeos en casos similares de trata de seres humanos dirigidos a trabajadores inmigrantes, especialmente rumanos y marroquíes.