Rue20 Español/Marrakech
Alejado de los tatamis y el clamor de la competición, Teddy Riner, la leyenda viviente del judo francés, ha encontrado un oasis de tranquilidad en el árido paisaje del desierto de Agafay, a las afueras de Marrakech.
El multigalardonado deportista, recientemente coronado con el oro olímpico en París 2024, intercambió el kimono por ropa más cómoda para disfrutar de la serenidad y la belleza natural de este singular paraje.
Riner, acompañado de su familia, se sumergió en la cultura local, experimentando la magia del desierto a través de tradicionales paseos en camello y emocionantes recorridos en quad.
Las imponentes dunas y la inmensidad del paisaje ofrecieron un telón de fondo espectacular para unos días de descanso y desconexión.
El deportista también tuvo la oportunidad de degustar la exquisita gastronomía marroquí en las tradicionales tiendas de campaña bereberes instaladas en el corazón del desierto, una experiencia que, según fuentes cercanas, describió como «inolvidable».
Este respiro en el desierto de Agafay llega tras un año excepcional para Riner, quien en París 2024 se alzó con su tercera medalla de oro olímpica, sumándola a las conseguidas en Londres 2012 y Río 2016.
Su palmarés, sin embargo, va mucho más allá. Con diez medallas de oro en Campeonatos Mundiales de Judo, Riner se ha consolidado como el judoka más laureado de la historia, un hito sin precedentes en la disciplina. A estos logros se suman también cinco medallas de oro en Campeonatos Europeos, confirmando su indiscutible dominio en el judo mundial.
Tras este merecido descanso, se espera que Riner regrese a los entrenamientos. Lo que sí es seguro es que su leyenda continúa creciendo, tanto dentro como fuera del tatami.