Rue20 Español/Rabat
El pueblo marroquí celebra este sábado, en un ambiente de orgullo y patriotismo, el 69º aniversario del regreso del difunto Su Majestad Mohamed V del exilio.
Esta fecha emblemática en los anales de la historia del Reino es una oportunidad para recordar la epopeya heroica que encarna el vínculo inquebrantable entre el pueblo marroquí y el glorioso Trono Alauita en la lucha por la liberación del país, la conquista de la libertad, la recuperación de la independencia y la culminación de la integridad territorial.
La celebración del 16 de noviembre también constituye una oportunidad para poner de relieve las más nobles expresiones del patriotismo sincero, la dedicación a la defensa de las constantes de la nación y el sacrificio altruista en la lucha del pueblo marroquí por poner fin al Protectorado impuesto desde el 30 de marzo de 1912.
La simbiosis ejemplar entre el Sultán Mohammed Ben Youssef y su pueblo fiel durante este período, en particular el apoyo del Soberano a las reivindicaciones de independencia, su colaboración con el Movimiento Nacional y su histórico discurso en Tánger, constituyen momentos clave en el camino de la lucha incansable del Trono y del pueblo por la liberación. Fueron estos actos de resistencia los que llevaron a las fuerzas de ocupación a conspirar contra el Sultán, ordenando su exilio con la familia real, primero a Córcega en 1953 y luego a Madagascar en 1954.
Tan pronto como se anunció la decisión, el pueblo marroquí se levantó en masa para expresar su indignación y su ira contra la ocupación extranjera. Los inicios de la lucha armada y la resistencia se manifestaron con la formación de células de resistencia y organizaciones secretas, así como con el lanzamiento de operaciones heroicas contra el colonialismo, sus intereses y sus objetivos.
Este período quedará marcado para siempre en la memoria colectiva como testimonio elocuente de la determinación de los marroquíes de luchar sin descanso por el restablecimiento de la legitimidad y la recuperación de la independencia.
Así, el 18 de noviembre de 1955, el Padre de la Nación, con a su lado el Príncipe Heredero y su compañero de lucha, el difunto Su Majestad Hassan II, declaraba: «Nos alegramos de poder anunciar el fin del régimen de tutela y del protectorado y el advenimiento de una era de libertad e independencia», anunciando, al mismo tiempo, que el pueblo marroquí pasa de la batalla del «pequeño Jihad» a la del «gran Jihad».
El regreso triunfal del difunto Su Majestad Mohammed V al Reino, el 16 de noviembre de 1955, marcó un punto de inflexión en el camino heroico del pueblo marroquí, bajo la dirección ilustrada de su Soberano, hacia la libertad, la dignidad y la independencia, y su lucha ininterrumpida contra la ocupación colonial desde 1912.
Este regreso ilustra de la mejor manera el patriotismo sincero por el que el Rey y el pueblo han consentido sacrificios y esfuerzos, con el fin de devolver al país su grandeza y su gloria, permitiendo así a los marroquíes reconquistar la dignidad y la libertad en el respeto de las constantes y los valores sagrados de la Nación. El difunto Su Majestad Hassan II, que sucedió al Libertador de la Nación, continuó la obra de construcción del país y de culminación de la integridad territorial, en particular mediante la recuperación de las provincias del Sur gracias a la gloriosa Marcha Verde.
Hoy, bajo el reinado de Su Majestad el Rey Mohammed VI, Marruecos continúa la obra de modernización, poniendo en primer plano la defensa de su unidad territorial y la realización de un desarrollo sostenible que, garantizando a cada ciudadano una vida digna, sitúa al Reino en el concierto de las naciones donde el elemento humano se encuentra en el corazón de las políticas económicas y sociales.