Rue20 Español/Málaga
Beatriz Simó
Málaga fue testigo, ayer sábado, de una masiva manifestación que reunió a más de 15.000 personas reclamando soluciones urgentes a la crisis habitacional que atraviesa la ciudad; afectando especialmente a la comunidad marroquí, el colectivo extranjero más numeroso de la urbe.
Inmaculada Allende, Secretaria de Política Social y Migración en Comisiones Obreras Málaga, señala a Rue20 Español que «la población inmigrante no comunitaria tiene graves problemas de inclusión social, laboral y habitacional»; destacando especialmente la situación de la comunidad marroquí, la más numerosa entre la población extranjera de la ciudad.
«Los caseros generalmente no les ofrecen contratos, lo que impide su empadronamiento y dificulta los procesos de regularización administrativa», explica Allende; quien además destaca un fenómeno preocupante: «Hay familias que están hacinadas en habitaciones, compartiendo espacios para poder permitirse vivir en la capital».
La situación se agrava especialmente para las trabajadoras inmigrantes del sector de cuidados y empleadas del hogar, que necesitan residir en la capital para acceder a sus puestos de trabajo, viéndose forzadas a pagar alquileres desproporcionados en relación con sus ingresos.
Los manifestantes denuncian que el problema no radica en la falta de construcción, sino en el modelo especulativo.
«Lo que se está construyendo no es para la población malagueña. Los rascacielos que están haciendo tienen precios inaccesibles incluso para familias de clase media», señala uno de los participantes en la protesta.
Desde CCOO Málaga se exige a la Junta de Andalucía que implemente medidas urgentes, incluyendo el mapeo de zonas tensionadas para controlar los precios del alquiler y la ampliación de las ayudas para incluir el alquiler por habitaciones, una modalidad cada vez más común entre la población vulnerable.
La manifestación, que se desarrolló simultáneamente en otras ciudades andaluzas como Sevilla y Cádiz, evidencia la creciente preocupación social por una crisis que, según los testimonios recogidos, está expulsando a los malagueños de su propia ciudad.