Rue 20 Español – Paris
En un ambiente diplomático donde cada palabra cuenta, Nasser Bourita, ministro de Asuntos Exteriores de Marruecos, dejó claro el posicionamiento del Reino frente a los retos diplomáticos actuales. En una entrevista con la revista francesa Le Point, Bourita abordó temas críticos que moldean la agenda marroquí, desde el respaldo al plan de autonomía para el Sahara hasta la estrategia en sus relaciones con Francia y Argelia.
En un tono firme y seguro, el ministro destacó la fortaleza de la cooperación entre Marruecos y Francia tras la visita de Emmanuel Macron, subrayando la importancia de un «nuevo capítulo». “Esta visita marca el inicio de una página solemne concretada por la firma de una declaración de gran importancia relativa al ‘partenariado de excepción reforzado’”, explicó Bourita. Para él, esta alianza representa una visión compartida entre dos países que buscan un futuro común, anclado en principios de igualdad y solidaridad.
La relación bilateral entre Rabat y París encuentra en el plan de autonomía para el Sahara uno de sus puntos de convergencia más sólidos. Bourita enfatizó que este plan no solo cuenta con el respaldo francés, sino que es el único camino realista para una solución definitiva. “La posición francesa es significativa, pues emana de un miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU”, afirmó el ministro. Enfatizó que el respaldo de más de 112 países a la propuesta de Marruecos refuerza su viabilidad y muestra la creciente aceptación del plan marroquí en la comunidad internacional.
Pero Bourita no solo miró hacia el exterior, sino que también lanzó un mensaje firme a Argelia, sugiriendo que su postura de “inmovilismo” afecta la estabilidad regional y priva a los pueblos de ambas naciones de una cooperación más productiva. Sin rodeos, señaló que “si Argelia percibe el fortalecimiento de nuestras relaciones con ciertos países como una amenaza, eso es parte de su interpretación”. Reiteró que Marruecos no condiciona sus relaciones internacionales en función de los vínculos de otros países con Argelia, dejando claro que la prioridad es «avanzar en nuestras relaciones en base a nuestros propios intereses».
La entrevista también abordó el papel de Marruecos en la región del Sahel y la Iniciativa Atlántica, donde Bouritareafirmó el compromiso del Reino con una estabilidad duradera. Con una visión pragmática, el ministro subrayó que la estrategia marroquí para el Sahel se basa en el desarrollo económico y social de los países de la región, un enfoque que contrasta con la inacción y los desafíos de seguridad que enfrentan.
Bourita mostró una visión serena y calculada en su mensaje, dejando entrever que Marruecos, bajo la guía de de SM el Rey Mohamed VI, apuesta por un rol activo y responsable en los asuntos regionales, sin dejar que su rumbo esté condicionado por factores externos.