Rue20 Español/ Rabat
Walid El Moumen
Materializando la importancia de la República francesa para el Reino de Marruecos, Su Majestad el Rey Mohamed VI obsequió ayer, tras la firma de la declaración de asociación estratégica en el palacio real de Rabat, a Emmanuel Macron una gumía marroquí dorada y decorada con piedras preciosas, reflejo de la profunda historia compartida entre Rabat y París.
El presidente francés aterrizó en Rabat por invitación del Rey Mohamed VI, en una visita de Estado de tres días destinada a renovar los lazos entre ambos países tras un periodo de distanciamiento que duró casi tres años.
En la monarquía marroquí, las ofrendas de regalos simbólicos, como la gumía, tienen un significado especial que trasciende el mero protocolo y destaca el respeto y la hospitalidad marroquí hacia figuras de alto rango.
Dentro de la cultura marroquí, el puñal simboliza respeto, hospitalidad y valentía. Los sultanes alauitas lo han utilizado para honrar a sus invitados en ceremonias de gran relevancia, reflejando una armoniosa mezcla de tradición y diplomacia.
El puñal también ocupa un lugar importante en la historia militar compartida de Marruecos y Francia, en especial en memoria de los «Goumiers» marroquíes, soldados que combatieron junto al ejército francés en la Segunda Guerra Mundial. El Museo del Ejército en París exhibe puñales marroquíes en homenaje a estos soldados y a sus contribuciones clave en batallas como la de Monte Cassino.
Cabe recordar que los soldados marroquíes del «Goum» desempeñaron roles cruciales en las guerras mundiales bajo mando francés, destacándose por su habilidad en terrenos difíciles. Aunque su legado está marcado tanto por actos de valentía como por algunas controversias, su memoria sigue viva en la historia compartida de ambos países.