Rue20 Español/Rabat
Fouzia El Berchidi
La prensa francesa sigue con gran interés la visita de Estado del presidente Emmanuel Macron a Marruecos. La decisión de Macron, recibida con elogios generalizados, marca un nuevo capítulo en las relaciones bilaterales, con especial énfasis en la cuestión del Sáhara marroquí.
La visita de tres días, que comienza hoy lunes, incluye un discurso inédito de Macron ante el Parlamento marroquí y la firma de acuerdos en sectores clave como energía, agua, educación y seguridad.
Este acercamiento se produce tras la carta enviada por Macron a SM el Rey Mohamed VI en julio, donde expresó su apoyo a la soberanía marroquí sobre el Sáhara y al plan de autonomía marroquí presentado ante la ONU.
«Considero que el presente y el futuro del Sáhara se inscriben en el marco de la soberanía marroquí», declaró Macron.
Diversos medios franceses destacan la importancia de esta visita. Le Monde la describe como la «solemnización de la reconciliación con Marruecos tras tres años de tensión, a costa de una nueva crisis con Argelia».
El diario analiza la dificultad de mantener una relación equilibrada con Rabat y Argel, reconociendo la complejidad del «juego de suma cero» en el Norte de África.
Le Figaro señala que Macron busca superar otras tensiones bilaterales, subrayando las nuevas perspectivas económicas y comerciales que este acercamiento ofrece a las empresas francesas.
Le Parisien, por su parte, califica la visita como «una vuelta a un camino positivo», citando al ministro francés de Comercio Exterior, Franck Riester, quien afirmó que “debemos asegurarnos de trabajar juntos, tenemos intereses comunes”.
Riester añadió que Francia está dispuesta a invertir junto con Marruecos en el Sáhara.
La nueva postura francesa, como era de esperar, ha generado la ira de Argelia, que apoya al Frente Polisario.
Argel llamó a su embajador en París, exacerbando aún más la tensión bilateral. La Tribune considera la visita como el regreso de Francia a la «gracia» de Marruecos, mientras que La Croix destaca la «elección clara a favor de Marruecos y en detrimento de Argelia» en la cuestión del Sáhara marroquí.
El Palacio Real, en un comunicado, describió la visita como un reflejo de la «profundidad de las relaciones bilaterales, basadas en una asociación sólida y arraigada», con un «deseo común» de fortalecer los lazos entre ambos países.
El Elíseo, por su parte, habla de un «nuevo capítulo» y una «nueva ambición para los próximos treinta años con amplios objetivos estratégicos».
Es importante destacar que la decisión de Francia, al igual que la de Estados Unidos anteriormente, de apoyar la soberanía marroquí sobre el Sáhara marroquí, refleja una estrategia geopolítica que prioriza los intereses nacionales en la región.