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viernes, octubre 18, 2024

Taoufik Louzari: El Moussem de Asilah, 45 años creando puentes entre culturas y derribando fronteras

 

Rue 20 Español/Arcila

Entrevista realizada por Fikri SOUSSAN

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En esta entrevista exclusiva con Taoufik Louzari, Secretario General Adjunto de la Fundación del Foro de Asilah, descubrimos los secretos detrás del éxito del Moussem Cultural Internacional de Asilah, que este año celebra su 45ª edición. El Moussem ha evolucionado a lo largo de las décadas, fusionando tradición y modernidad en un espacio único que ha atraído a pensadores, artistas y figuras destacadas de todo el mundo. Louzari comparte su perspectiva sobre los retos de organizar un evento de esta magnitud, la importancia de Asilah como punto de encuentro cultural y cómo el festival sigue promoviendo el diálogo y la cooperación sin fronteras ideológicas o culturales. Además, nos invita a todos a formar parte de esta celebración artística y a descubrir la riqueza cultural que ofrece Asilah.

— En primer lugar, queremos agradecerle, Sr. Louzari, por dedicarnos este tiempo y por la cálida acogida que siempre recibimos en el Moussem Cultural Internacional de Asilah. Es impresionante ver cómo este evento ha llegado a cumplir 45 años, lo cual es un hito para la cultura no solo en Marruecos, sino también a nivel internacional. A lo largo de estas décadas, el Moussem ha evolucionado de manera significativa. Así que, para comenzar, nos gustaría preguntarle: ¿cuáles han sido los cambios más importantes que ha experimentado el Moussem Cultural de Asilah en estos 45 años?

— Muchísimas gracias a ustedes por su apoyo constante y por darme la oportunidad de reflexionar sobre este proyecto tan emblemático. El Moussem Cultural de Asilah comenzó en 1978 con tres ideas clave que han guiado su desarrollo desde entonces.

La primera idea fue la de usar el arte como una herramienta para embellecer la ciudad y, al mismo tiempo, educar a la comunidad local en el ámbito cultural. Queríamos que los habitantes de Asilah pudieran acceder a expresiones artísticas como exposiciones, obras de teatro, conciertos y también participar en debates culturales sobre poesía, escritura y creación literaria. En esos primeros años, nos enfocamos principalmente en el público local y nacional, pero siempre con la visión de incluir actores internacionales. De esta manera, el Moussem se fue consolidando como un espacio donde las ideas y la cultura se gestaban, proyectando una visión a largo plazo para la ciudad.

La segunda idea central surgió en los años 80 con la creación del Foro Arabo-Africano. La intención era establecer un puente entre el mundo árabe y África, dos regiones que compartían desafíos comunes en términos de desarrollo y representación global. Queríamos fomentar el conocimiento mutuo y promover el diálogo entre estas dos culturas que, aunque cercanas geográficamente, a menudo estaban separadas en términos de intercambio cultural. En ese espacio se desarrollaron debates cruciales sobre identidad, desarrollo y cooperación, y para nosotros, como jóvenes, fue una experiencia fascinante ver a figuras de renombre participar en estos coloquios, además de disfrutar de los eventos artísticos paralelos.

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La tercera idea que marcó un cambio importante fue la creación de la Universidad Mutamid Ibn Abad, que comenzó con actividades en verano y luego se expandió también al otoño. Este proyecto supuso un nuevo paso en la evolución del Moussem, ya que extendió nuestra misión más allá del mundo arabo-africano, abriendo un nuevo canal de diálogo hacia el ámbito iberolatinoamericano. Con esta expansión, conseguimos atraer a personalidades influyentes como Antonio Gala y Federico Mayor Zaragoza, lo que fortaleció aún más el perfil internacional de nuestro festival.

Estos tres pilares —el arte como vehículo educativo y transformador, el puente arabo-africano y la extensión hacia el ámbito iberolatinoamericano— son los que han marcado el camino del Moussem a lo largo de los años. Lo que distingue a nuestro evento de otros en Marruecos es que siempre hemos mantenido un enfoque claro en la cultura, el pensamiento y el arte, ofreciendo un espacio de reflexión y creación que va mucho más allá del mero entretenimiento.

— El Moussem Cultural de Asilah enfrenta cada año nuevos retos. Desde su experiencia y perspectiva, ¿cuáles son los principales desafíos en la organización de un evento de esta magnitud?

— El Moussem de Asilah nació con el objetivo de ser un foro para la difusión de la cultura, el arte y el pensamiento, siempre enfocado en el desarrollo de nuestra ciudad. Desde sus inicios, uno de los grandes retos que enfrentamos en la Fundación fue crear y rehabilitar los espacios físicos necesarios para acoger las diversas actividades. A lo largo de los años, hemos logrado construir y mantener instalaciones clave, como el Centro Hassan II, el Palacio de la Cultura y la Biblioteca Príncipe Bandar Bin Sultán. Estos espacios se han convertido en verdaderos pilares que nos permiten organizar nuestras actividades sin las dificultades logísticas que podríamos haber enfrentado en el pasado. Hoy en día, contamos con nuestras propias plataformas físicas, lo cual es un legado importante.

Sin embargo, a pesar de haber superado este desafío, seguimos enfrentando otros que no dependen directamente de la Fundación. La ciudad de Asilah, aunque está en pleno desarrollo, avanza a un ritmo que yo llamaría «especial». Nos falta una infraestructura hotelera más robusta para recibir a nuestros visitantes, así como restaurantes de calidad que complementen la oferta cultural y artística del evento. Estas mejoras harían mucho más fácil la gestión del festival, especialmente al considerar la creciente cantidad de asistentes tanto nacionales como internacionales.

En cuanto a la organización misma del Moussem, es un desafío constante reunir los recursos necesarios para un evento de esta magnitud, que en esta edición de otoño se celebra del 14 al 31 de octubre. Además, no debemos olvidar que el Moussem tiene dos ediciones anuales, una en verano y otra en otoño, lo cual exige una planificación y una movilización de recursos a lo largo de todo el año. Contamos con la colaboración de muchas entidades locales y nacionales, y, por supuesto, con el apoyo del Estado marroquí. También es importante destacar la valiosa participación del voluntariado juvenil de Asilah, que con su esfuerzo y dedicación contribuye enormemente al éxito del festival.

— La selección de los temas para los coloquios siempre resulta relevante y de gran actualidad. ¿Qué criterios siguen para elegir los temas que se discuten cada año?

— Desde la primera edición del Moussem, los fundadores de la Fundación, Mohamed Benaissa y Mohamed Melehi, se comprometieron a invitar a personalidades destacadas del mundo del arte, la cultura, el pensamiento y la política, con el objetivo de crear un espacio donde todas las sensibilidades y perspectivas pudieran expresarse sin restricciones. Uno de los principios fundamentales es que este foro no tiene líneas rojas. Aquí no se excluye a nadie por ideología, etnia, religión o cualquier otra diferencia. Se trata de un espacio de respeto y entendimiento mutuo, donde se fomenta un diálogo abierto y sin discriminaciones.

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A lo largo de los años, este enfoque ha sido uno de los pilares del éxito del Moussem. Desde el principio, algunos pensaron que no pasaríamos de la primera edición, que la iniciativa no tendría continuidad. Sin embargo, ocurrió exactamente lo contrario: el Moussem se consolidó y creció, precisamente porque ofrecimos un lugar donde las diferencias podían coexistir y ser discutidas en un ambiente de respeto. Aquí se sientan en la misma mesa personas con ideologías opuestas —izquierda, centro, derecha—, y a pesar de sus discrepancias, dialogan y se entienden. Este equilibrio, o como a veces lo llamamos, este “justo medio”, es lo que ha permitido que año tras año figuras de renombre vuelvan a participar en nuestros coloquios.

La selección de los temas sigue esta misma filosofía. Buscamos siempre abordar cuestiones actuales y relevantes, pero lo más importante es que los temas deben invitar a un intercambio profundo y libre de ideas. Lo que atrae a los participantes es precisamente la oportunidad de dialogar sin restricciones, con la libertad de exponer sus puntos de vista en un ambiente abierto y constructivo. Esto ha creado una «ola nueva», una plataforma única donde todas las voces son bienvenidas, y esa es, sin duda, una de las grandes fortalezas del Moussem de Asilah.

— El Moussem ha logrado combinar las tradiciones artísticas locales con nuevas formas de expresión cultural. ¿Cómo se logra este equilibrio entre lo tradicional y lo contemporáneo?

— En realidad, la práctica del arte en Asilah no se trata de una simple combinación de lo tradicional con lo contemporáneo. La visión que hemos tenido desde el principio es crear un espacio de libre expresión para los artistas, donde puedan experimentar y conectar con la comunidad local de manera auténtica. Un ejemplo claro de esto fue la creación de los primeros murales en 1978, durante la primera edición del Moussem. No fue algo necesariamente nuevo en su concepto, pero sí genuino y original en su ejecución. Se trataba de un proyecto que involucraba a los niños y jóvenes del pueblo, así como a los vecinos del barrio, en el proceso creativo. Ellos no solo participaban en la creación de los murales, sino que también se sentían responsables de proteger y cuidar esas obras, haciéndolas suyas.

Este enfoque tiene sus raíces en una tradición de la región norte de Marruecos, en Jbala, donde durante las festividades tradicionales, especialmente los viernes, las mujeres salían a encalar las fachadas de sus casas para embellecerlas. Esta costumbre de pintar las casas con cal ha sido una fuente de inspiración para el Moussem y explica por qué la comunidad aceptó tan bien los murales desde el principio.

A partir de esa primera edición, en 1978, también comenzamos a organizar talleres internacionales de grabado, un proyecto del cual nos sentimos muy orgullosos. Artistas de renombre internacional, como Mohamed Melehi, vinieron a Asilah a trabajar y exponer sus creaciones. Este fue el inicio de un ciclo creativo que cada año trae consigo nuevas obras, nuevos murales y nuevos encuentros artísticos, sin olvidar nunca a los niños, quienes han sido parte fundamental de esta dinámica desde el principio, lo que nos llevó a crear un taller dedicado exclusivamente a ellos.

Por lo tanto, no diría que en Asilah hemos buscado conscientemente fusionar lo tradicional con lo moderno, sino más bien que lo que ha sucedido es una fusión natural. Lo importante es transmitir un mensaje universal de belleza y paz a través del arte, una expresión que refleja tanto nuestra herencia cultural como las nuevas formas de crear. Lo tradicional y lo contemporáneo coexisten en armonía aquí, permitiendo que Asilah sea un lugar donde el arte conecte profundamente con su entorno.

— Por último, ¿qué mensaje le gustaría transmitir a los lectores de Rue 20 Español sobre el Moussem?

— El español es una parte integral de nuestro día a día aquí en el norte de Marruecos. Nos sentimos muy cercanos tanto al idioma como a la cultura española, ya que muchas palabras de nuestro dialecto tienen influencia del español, y a su vez, hemos dejado nuestra huella en el idioma castellano. Por eso, considero que medios como Rue 20 Español son plataformas valiosas para que, a través de ellas, podamos conocer más sobre el mundo hispanohablante, y también descubrir lo que sucede en Latinoamérica, una región que, aunque geográficamente separada por el océano, comparte con nosotros una historia común.

Invito a los lectores de Rue20 Español a aprovechar esta oportunidad para acercarse más a nuestra realidad aquí en Asilah, para conocer lo que hacemos y para interactuar con los temas que se discuten en la revista. Queremos que se sientan parte de esta experiencia cultural, y que a través de los comentarios y reflexiones que generen, podamos enriquecer aún más el diálogo.

Además, me gustaría aprovechar esta ocasión para invitarles a todos a visitarnos en Asilah. Aquí estamos con los brazos abiertos, listos para recibirles. El Moussem es un espacio abierto a todo el mundo, donde todos son bienvenidos a descubrir el arte, la cultura y el espíritu de intercambio que caracterizan a nuestra ciudad. Y gracias a medios como Rue 20 Español, pueden acceder a toda la información sobre lo que hacemos. ¡Esperamos verles pronto por aquí!

 

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