Rue20 Español/Rabat
El Abbas Tahri Joutey Hassani
Presencia significativa de Marruecos en la 79.ª sesión de la Asamblea General de la ONU, donde Rabat reiteró los principios clave del Reino sobre la cuestión nacional del Sáhara marroquí ante la comunidad internacional, en medio de una dinámica diplomática que dio lugar a la adhesión de Dinamarca a la lista de partidarios de la autonomía en las regiones del sur.
La delegación marroquí, encabezada por el Jefe de Gobierno, Aziz Akhannouch, volvió a recordar los puntos clave que Marruecos ha mantenido desde el inicio del conflicto artificial del Sáhara, y que le han permitido durante años obtener un amplio apoyo internacional, que sigue aumentando.
Ante 193 Estados miembros de la ONU, Aziz Akhannouch, Jefe de Gobierno, afirmó en su discurso que «las constantes de la posición de Marruecos sobre la cuestión nacional son que no hay proceso político fuera del marco de las mesas redondas definidas por la ONU con la plena participación de Argelia, que no hay solución fuera del marco de la iniciativa marroquí de autonomía, y que no hay proceso político serio sin el regreso al alto el fuego por parte de las milicias armadas, como exigen los miembros del Consejo de Seguridad».
Akhannouch añadió que la ausencia de Argelia, como parte «esencial» y «preocupada» por el conflicto artificial del Sáhara marroquí, hace imposible cualquier proceso político.
Además, la renuncia del régimen militar argelino a sus responsabilidades, al boicotear las mesas redondas, confirma sin lugar a dudas que Argelia no acepta ninguna solución política práctica, realista y aceptable basada en el consenso; ya que sabe perfectamente que la iniciativa de autonomía «exclusivamente», como la calificó el Jefe de Gobierno Aziz Akhannouch, es la que puede resolver definitivamente este conflicto regional artificial.
Además de destacar el Jefe de Gobierno lo que se conoce entre los seguidores del caso del Sáhara como «los tres noes», la diplomacia marroquí se puso en marcha para que la arena del Sáhara volviera a volar, revelando la adhesión de Dinamarca a la lista de «partidarios de la autonomía entre los países escandinavos».
La nueva postura de Dinamarca se enmarca en la dinámica internacional que lidera el Rey Mohamed VI, apoyando el plan de autonomía y la soberanía de Marruecos sobre su Sáhara, basándose en una diplomacia real eficaz y proactiva.
También revela que la tendencia principal en todas las partes del continente europeo, incluso dentro de los países que antes se identificaban con el discurso de los adversarios, es ahora declarar abiertamente su apoyo a la soberanía de Marruecos sobre sus regiones del sur.
Esta nueva postura se produce después de que Finlandia también cambiara su posición sobre este asunto, confirmando su apoyo a la autonomía; y de que Holanda también renovara su apoyo constante al plan de autonomía marroquí en la mencionada sesión de la ONU.
Tras esta dinámica, y ante la falta de reconocimiento del Frente Polisario por parte del 84% de los Estados miembros de la ONU, Argelia, parte principal en el conflicto artificial del Sáhara marroquí, se encuentra en medio de «continuos fracasos»; mientras que el Reino de Marruecos confía en el desarrollo de sus regiones del sur.
Estos importantes pasos que está dando Marruecos en este periodo de sesiones de la ONU son la encarnación de una clara victoria marroquí, que incluye la adhesión de Estados miembros del Consejo de Seguridad, el último de ellos Francia.