Rue20 Español / Mequínez
Mohamed Charbi
Marruecos y Venezuela han tenido en los últimos años varios desencuentros diplomáticos, sobre todo en la sede de la ONU en Nueva York, debido a la cuestión del Sáhara marroquí.
El actual Gobierno de Nicolás Maduro – y también el de Hugo Chávez – es uno de los más firmes apoyos del Frente Polisario en América Latina.
En el mes de enero del año 2009, Marruecos anunció el cierre de su Embajada en la capital venezolana Caracas a causa de «la creciente hostilidad de las autoridades venezolanas a la integridad territorial del Reino de Marruecos y tras las recientes medidas de apoyo a la seudo República Árabe Saharaui Democrática (RASD)».
¿Qué ha ganado Venezuela a través de su apoyo al Frente Polisario? La respuesta es clara como el agua, NADA DE NADA. Ya que la RASD es algo ficticio, que no existe en la realidad, y del cual uno no puede sacar ningún provecho.
Los políticos venezolanos que toman las riendas del país en la actualidad deberían saber que para lograr el desarrollo y la prosperidad para su pueblo deberían ser pragmáticos, alejándose de las ideologías inútiles y poniendo los intereses del país por encima de todo.
Los pueblos ahora prefieren lo concreto a lo ideológico y abstracto. Quieren ver resultados reales y no las ideas ideológicas que no dan frutos ni a corto ni a largo plazo.
Hoy por hoy, el mundo entero está en constante transformación. Muchas cosas están cambiando.
Los países se basan ahora en cooperaciones bilaterales de interés común para conseguir el desarrollo y progreso en todos los ámbitos.
Marruecos y Venezuela, si trabajan juntos, pueden construir una asociación estratégica muy fructífera a todos los niveles, ya que ambos países disponen de recursos de suma importancia.
En este contexto, el Presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, Juan Guaidó, telefoneó el 29 de enero de 2019 al ministro marroquí de Asuntos Exteriores, Nasser Bourita, con la intención de «relanzar las relaciones sobre bases serenas».
Acerca de la cuestión del Sáhara, el Consejero de Asuntos Exteriores de la Asamblea Nacional Venezolana, Manuel Avendaño, aliado de Juan Guaidó, dijo, en una declaración a la MAP en 2019, que el Gobierno venezolano tenía intención de «replantearse su reconocimiento de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD)».
Según Manuel Avendaño, el reconocimiento de Venezuela de la RASD estuvo ligado a causas ideológicas de izquierdas, más que a una verdadera búsqueda de una solución pacífica y política sobre el conflicto del Sáhara.
El Consejero venezolano insistió también en que el «nuevo Gobierno venezolano» trabajaría para restablecer las relaciones diplomáticas con Marruecos, congeladas bajo el régimen de Nicolás Maduro y antes de él, el comandante Hugo Chávez tras un monumental desliz diplomático de este último que nunca fue corregido ni rectificado.
En definitiva, Marruecos y Venezuela están llamados, hoy más que nunca, a abrir una nueva etapa en sus relaciones para estar a la altura de las expectativas de los pueblos amigos marroquí y venezolano.
Para alcanzar este objetivo, ambos países están llamados a hacer borrón y cuenta nueva.
Referencias:
https://elpais.com/internacional/2009/01/15/actualidad/1231974014_850215.html
https://www.maroc.ma/es/news/venezuela-quiere-establecer-relaciones-de-cooperacion-con-marruecos
https://www.swissinfo.ch/spa/marruecos-carga-contra-venezuela-y-su–oligarqu%C3%ADa-minoritaria–en-el-poder/43125320
https://www.lavanguardia.com/politica/20190129/4690296542/guaido-llama-a-marruecos-y-ofrece-relanzar-relaciones-sobre-bases-serenas.html
https://infomarruecos.ma/marruecos-venezuela-prohibido-especular/
