Rue20 Español-MAP/Johannesburgo
El desarrollo de África está intrínsecamente ligado a la educación, que debe ampliar los horizontes de los jóvenes africanos, infundiéndoles esperanza en el futuro, un sentido de la dignidad, oportunidades de empleo y mejores condiciones de vida, indicó, este jueves en la sede del Parlamento Panafricano (PAP), en Johannesburgo, el presidente de la Cámara de Representantes, Rachid Talbi El Alami.
En un documento publicado al margen de la reunión de la 12ª Conferencia Anual de Presidentes de Parlamentos Africanos, que se celebra en el marco de la sesión de septiembre del PAP, Talbi El Alami declaró, de entrada, que su participación en este evento atestigua el compromiso decidido del Parlamento del Reino de Marruecos de contribuir con ideas, reflexiones y propuestas para reforzar la acción común africana y desarrollar las instituciones africanas.
“Coincidimos todos en que la educación es hoy, después de la paz y la estabilidad, la cuestión central para nuestro continente”, subrayó, felicitándose de paso por la juiciosa elección del PAP de elegir el tema “Educar un Africano adaptado al siglo XXI: construir sistemas educativos resilientes para un acceso creciente a un aprendizaje inclusivo, sostenible, de calidad y apropiado en África”.
Además de ser un derecho humano fundamental, la educación es un requisito previo para el desarrollo y una palanca esencial para reforzar la democracia y la participación, sobre la base de una elección informada, sostiene.
Para Talbi El Alami, no cabe duda de que la etapa necesaria en la reforma de la educación en África comienza con un diagnóstico, es decir, un estado de situación del sector y de este servicio público, en términos de infraestructuras, necesidades y recursos humanos y financieros indispensables, así como la identificación de los puntos fuertes y débiles de este sector vital.
Entre los puntos de referencia de la reforma, explica, están los que tienen que ver con el corazón de la equidad, los derechos fundamentales y la gobernanza, a saber, la democratización de la educación y de los servicios pedagógicos, que garantiza el acceso universal a este servicio público y hace que las escuelas, institutos y universidades estén abiertos a todos.
También, se trata de generalizar la educación a todos los estratos sociales y al conjunto del territorio nacional, en términos de infraestructuras, capacidad de acogida y recursos humanos, así como la planificación a corto, medio y largo plazo y la definición de objetivos que tengan en cuenta las evoluciones demográficas de nuestros países, las transformaciones económicas y la evolución del sector de los servicios, señala.