Rue20 Español/Tánger
El Abbas Tahri Joutey Hassani
Marruecos sigue siendo uno de los países que importan energía rusa, junto con Arabia Saudita, Kuwait y varios otros países árabes.
El Reino continúa comprando gas natural licuado (GNL) ruso, a pesar de la disminución de los ingresos por exportaciones de Rusia en agosto pasado.
Según datos de la plataforma especializada en energías, Taqa, Marruecos se encuentra en su quinto mes consecutivo de importaciones de gas de Rusia.
Estos datos resaltan la dependencia del reino del suministro energético internacional, particularmente a través de canales indirectos.
A diferencia de otros países, como los Emiratos Árabes Unidos, Egipto, Túnez o Libia, Marruecos no está conectado directamente a Rusia por gasoductos.
En realidad, el gas ruso se importa primero en forma licuada a España, donde se regasifica, antes de ser transportado al reino a través del gasoducto Magreb-Europa.
Este sistema permite a Marruecos diversificar sus fuentes de energía al mismo tiempo que satisface sus crecientes necesidades.
El recurso a estos métodos subraya la importancia estratégica para Marruecos de asegurar un suministro energético estable.
Ante las tensiones geopolíticas mundiales y las sanciones contra Rusia, esta estrategia permite al Reino mantener un equilibrio entre sus necesidades económicas y sus alianzas comerciales, al tiempo que busca fortalecer su independencia energética a través de iniciativas locales y regionales.